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— Dame una sola razón por la que estemos estudiando en el parque y no en el Fundom o en alguna de nuestras casas — Le preguntó Chiara a Celeste, esta última ladeó la cabeza para observarla y cuando lo hizo su mente se quedó en blanco, la verdad es que no tenía una razón justificable para responderle, o al menos para ella, lo único que sabía era que quería estar en ese lugar para estudiar porque le recordaba esas ocasiones en las que ella, Chiara y Bia se juntaban a platicar por horas mientras andaban en bicicleta, se sentía extraña sin eso, era extraño que Bia no estuviera con ellas.
Todo tipo de conexión con ella pareció romperse a esos grados, hacía meses que no hablaban mucho y si acaso sólo intercambiaban un par de palabras pero sólo en el instituto porque había dejado de ir al Fundom, eso comenzó a preocuparla y no solo a ella, también a Chiara, lo que llevó a ambas amigas a ir a su casa, sin embargo siempre que la señora Urquiza aseguraba que su hija estaba y las dejaba entrar a su departamento, Bia permanecía encerrada en su habitación, ni porque eran sus mejores amigas permitía que entraran y no respondía ante sus llamados, Alice afirmaba que se encerraba en ella durante todo el día y solo la dejaba pasar para dejarle comida, la cual solo comía en pequeñas cantidades y en otras ocasiones ni se atrevía a tocarla.
— Es por Bia, Chiara, la echo mucho de menos — Suspiró — Venir aquí me recuerda a los viejos tiempos... No creí que enterarse de que Helena realmente estuviera muerta luego de que haya dedicado su tiempo a buscarla ante la posibilidad de que estuviera viva, le afectara demasiado.
— Sí lo sé — Concordó la rubia bajando su mirada— Lo peor de todo es que no nos deja ayudarla, ni siquiera que estemos cerca.
— Decidimos darle su espacio para que cuando ella esté lista hable con nosotras, pero el tiempo transcurrido ya es mucho ¿Cuánto más necesita? Si te soy sincera no puedo esperar más, realmente estoy muy preocupada por ella — Celeste apretó sus labios en frustración, ya no sabía que más hacer para ayudar a su amiga, Bia no quería ser ayudada, rechazaba las pláticas de Alice y de Mariano, también la ayuda de un psicólogo y esa situación estaba abrumando a todos.
— El único que ha podido mantener aunque sea una conversación decente con ella, es Manuel y él me ha dicho que cualquier tema que trata de Helena o tan solo la mínima cosa que se la recuerde, simplemente la vuelve más fría y alejada — También estaba Manuel, quien podría decirse era el único al que dejaba entrar, al que le permitía hablar con ella, y más o menos al que escuchaba cuando le daba consejos, pero no los tomaba, no le permitía ayurdarla también.
— Esto tiene que parar... — Fue lo único que pronunció Celeste, su acompañante dejó los libros que descansaban sobre sus piernas a un lado y lo único que pudo hacer por la castaña fue abrazarla fuertemente para intentar calmar esa inquietud en ambas, lo cierto era que desde que Bia se había alejado, la amistad de ambas fue más fuerte y más desarrollable, habían compartido más cosas que antes, eso hizo a Chiara cambiar en algo, no lo sabía, no lo entendía, pero desde que comenzaron a compartir más tiempo juntas, la presencia de la otra chica se hizo indispensable para ella y disfrutarla en muchos aspectos.
