El despertar de la Fuerza (Como siempre debió ser)

Y ¿Tú quien eres?

El planeta desierto de Jakku guarda muchos secretos, pues antaño fue el sitio donde una gran confrontación entre Jedis y Sith se había albergado, tambien era donde una importante batalla entre la nueva república y el decadente imperio lucharon y este fue por fin fue derrotado tras 23 años de azolar los confines de la galaxia.

Este planeta, una piedra lejana en las bastas y oscuras regiones de la galaxia o como se conocía por el borde exterior, parecía no tener nada que ver con el conflicto que se daba entre los remanentes del imperio galáctico y la nueva república... O eso se creía

Un año despues de la la victoria en la batalla de Endor, Jakku esta piedra en los enormes confines de la galaxia se vio perturbada por la batalla entra la capitana Imperial Ciena Ree y la nueva república, la cual haría estrellar su destructor en este árido planeta para que no fueran capturados por las fuerzas de la nueva república y donde 30 años despues daría comienzo una nueva historia, donde el legado de los Skywalker y toda una orden jedi cambiaría para siempre.

El árido paraje no dejaba ver mas allá de los pequeños campamentos, las tiendas de campaña o los restos de naves imperiales y de la nueva república desperdigados pues muchos años atrás una gran batalla que se había suscitado, entre los vientos abrazadores y las grandes cortinas de arena que se levantan con el sinuoso viento, se dibuja la figura de una joven de no mas de 16 años caminando por este paraje, Rey una joven chatarrera, que ha vivido en este desamparado rincón de la galaxia desde que tiene memoria baga todas las mañanas recolectando componentes que le puedan servir para venderlos al mejor postor y así lograr comer algo en el día.

-Con un par de estas cosas creo que sera suficiente para un poco de comida, pan algo que lo acompañe y por que no una bebida... espero- Se dijo a si misma mientras observaba su bolsa llena de uno que otro componente de un reactor o hasta cubos mecánicos de alguna nave o los radares de un par de naves de combate.

Rey en su corta edad tubo que aprender a sobrevivir sola, en las noches tenia sueños donde recordaba una nave dejándola a cargo de un nada amigable alienigena de la raza crolute llamado Unker Plutt, pese a que le dijeron a este que volverían por la niña jamas lo hicieron y ella tubo que criarse en dicho lugar y tratar de sobrevivir como mejor pudiera, ya que Plutt poco o nada le importaba lo que a ella le sucediera o simplemente la dejaba a su suerte en aquel desértico paraje, pues el tambien era un comerciante y chatarrero que tenia una dudosa forma de ganarse la vida.

La joven Rey aprendió de su "cuidador" el oficio de la chatarreria, pues si bien Plutt la dejaba a su suerte en el desierto cuando tenia que explorar alguna nave, la pequeña lo seguía y observaba detenidamente por que compartimientos entraba, ya dentro miraba que piezas o que lugares eran los que visitaba el crolutiano e intuía como tendría que ingeniárselas para subir.

A demás de eso debió aprender a defenderse sola pues en un par de ocasiones algunos de los contrabandistas o tipos extraños que llegaban al campamento y feria de Plutt trataron de pasarse con ella, ya sea jugando una broma muy pesada o tratando de asustarla o hasta sobrepasarse, extrañamente cada vez que ella se enfadaba, asustaba o producía una emoción fuerte dentro de ella algo extraño pasaba, tanto así que una vez un caza recompensas, trato de manosearla y esta solo cerro los ojos y grito tan  fuerte, que al abrirlos el alienigena de raza rodian había sido enviado tan lejos de ella como si un ser mucho mas grande que el lo hubiera empujado para que no la tocase.

Rey llego con el gran crolutiano y le mostró el botín que había conseguido para ese día -Que te parece ¿he? esto se merece una buena paga, ya sabes dame lo de siempre y se que esos radares están bastante funcionales, no me molestaría que me des un par de panes mas o unas dos botellas de bebida extra- La joven sonrió y Plutt solo frunció su enorme rostro, pese a que no quisiera darle lo que ella pedía, era verdad pese al paso de los años varias piezas dentro de esos radares serviría para venderlos a muy buen precio a un gran postor.