Capitulo 3

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Devastada por la pérdida de su bebé, Angelica estaba sola en su recámara, llorando por su hijo o hija. Alguien tocó a la puerta y ella secándose las lagrimas abrió. Era Osvaldo.

Angelica: - Osvaldo? Si, en qué te puedo ayudar- dijo tratando de aparentar felicidad

Osvaldo: -Angelica estas bien? Estuviste llorando? Por favor déjame ayudarte, me permites pasar?-

Entro a la casa y se sentaron en el sofá. Angelica le contó sobre la tragedia que acababa de vivir y Osvaldo no se pudo resistir a las ganas de protegerla, de amarla; así que le dio un fuerte pero delicado abrazo lleno de dulzura y amor. Ella se sintió segura y cómoda con él así, pegado a ella, protegiéndola. El abrazo duro un largo rato y cuando se despegaron uno del otro se quedaron mirándose fijamente a los ojos, sintieron la tentación de besarse apasionadamente pero decidieron resistirse a ella. Se pararon del sofá y no sabían ni qué decirse así que simplemente él se fue.

Ella no sabía de los sentimientos de Osvaldo, que cada vez crecían aún más, cada vez con más intensidad. Lo que Angelica no sabía era que su corazón iba a cambiar de dueño.

La consecuencia de mi amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora