Especial de Navidad

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*en un futuro alternativo* *Dipper y Bill tienen entre 25 y 30 años*

Narra Regina
Yo tenía unos 5 o 6 años cuando quede huérfana.
Nadie quiere adoptar a una niña tan grande, por lo que viví en el orfanato por tres años.

Mi mejor amiga, a la cual yo la apreciaba como a una hermana, la habían adoptado una semana antes por unos extranjeros y yo me había quedado sola.

Estaba sentada en un rincón con mi único consuelo; mi cuaderno y lápiz.
Me encanta dibujar y en el orfanato nos regalaban un cuaderno y un lápiz por los cumpleaños.
Me gusta dibujar a criaturas paranormales.

Estaba muy tranquila terminando a una chica la cual no tenía ojos, más bien tenía unas cuencas vacías y tenía todo el cuerpo cubierto de unas heridas que parecían mordidas. Estaba encantada con mi dibujo.

Estaba acabando los últimos detalles del pero cuando dos niñas con auras desafiantes se acercaron a mi.

-¿qué dibujas?-

Me pregunto una de ellas, parecían más pequeñas que yo. Una traía una hermosa cabellera rubia recogida en dos trenzas pero tenía unos ojos azules horribles, llenos de frialdad. La otra tenía una melena castaña con un lazo verde y sus ojos eran muy oscuros.

-...-

Me quede muda, no acostumbraba a que me preguntaran cosas o se fijaran en mi.

-¿estás muda? ¿O sorda?-

Lo dijo con un tono que en vez de pregunta parecía burla.

-...puedo hablar... y... también escuchar...-

Solté en un murmullo, que no oyeron.

-¡habla más fuerte que no te escuchamos!-

Me grito una, yo ya empezaba a sentirme mal.

-Qué te puedo oír.-

Dije, con un tono de voz que no me esperaba.

-no nos hables así.-

Sentencio. Sin darse cuenta que ella hablaba igual.

-vamos al punto ¿que dibujas?-

Abrace mi cuaderno, mis dibujos ya me habían causado problemas antes.

-n-nada...-

Parece que mi respuesta las ofendió o algo así porque me arrebataron el cuaderno de las manos.
Yo les grite que por favor me lo regresaran, pero ellas se pusieron a revisar todo. Y cuando por fin acabaron me acusaron de hacer dibujos del diablo. Y si estás en un orfanato donde se toman muy enserio el no caer en la tentación...

Pasaron dos horas y los golpes seguían cayendo como la lluvia. Tenía la pierna y la nariz rotas. Me dolía todo y no dejaba de sangrar.

Luego me encerraron en el sótano, con un vaso de agua lleno de musgo y un pan duro.

Me encogí en un rincón a llorar.

.
.
.
Al poco tiempo llegaron una pareja de hombres a visitarnos.
Era la primera vez que una pareja homosexual nos visitaba.

No le di mucha importancia y me quede en mi rincón dibujando un arcoíris como la maestra me había dicho.
Pero en un ataque artístico; incendié el arcoíris y debajo dibujé a un chico con cuernos y cola que poseía poderes de fuego.

Sentí una presencia frente a mi, me tensé pensando que eran las niñas o el padre.
Alce la vista con temor, pero me encontré con la mirada amable de la pareja.

Un nuevo verano (billper)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora