Un nuevo verano (billper)

Cap. 13

Narró yo
El grupo de amigos tuvo un almuerzo delicioso, aunque se notaba la tensión entre Bill y Dipper.

Después de almorzar el grupo decidió ir a explorar el bosque.

Dipper les ensañaba sobre las plantas que había estado estudiando y Bill les contaba historias de el en el bosque.

-¡MIREN UN CIERVO! ¡SIGAMOSLO!-

Grito el peliblanco, y todos corrieron tras el animal. Excepto un rubio y un castaño que al parecer no tenían muchas ganas de seguir al grupo.

-¿está todo bien?-

Pregunto Bill al sentir la tensión entre los dos.

-s-si, claro... ¿por qué no lo estaría...?-

Dipper intentaba con todas sus fuerzas sonar convincente, pero claramente no dio resultado.

-oye... Pino... ¿qué tienes?-

-...nada...-

Las lagrimas comenzaron a caer por sus mejillas.

-no me mientas por favor... que me ocultes cosas me duele...-

Bill rodeó a Dipper con sus brazos y lo atrajo hacia el.

-pero... si no quieres decirme... está bien... solo déjame quedarme acompañándote...-

El menor se liberó del abrazo y con un hilo de voz dijo.

-Bill... yo... quiero terminar contigo...-

-¿q-qué?... ¿por qué dices eso...? ¿Hice algo mal?..-

Al rubio le comenzaron a salir lagrimas a cataratas, inclusive más que al menor.

-no, tú no hiciste nada malo... yo solo... esta decisión es mía... créeme, es para mejor...-

-lo siento pero no entiendo porque esto seria "lo mejor"-

-Bill solo créeme... por favor...-

-¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡SOY NUEVO EN EXPERIMENTAR DOLOR HUMANO PERO SE QUE ES UNA MIERDA! ¡Y NO ENTIENDO PORQUE ES MEJOR QUE AMBOS SUFRAMOS! ¡PORQIE SE QUE TU TAMPOCO QUIERES TERMINAR CONMIGO! ¡DIME LA VERDAD! ¿¡POR QUÉ?!-

El mayor apretaba los puños con fuerza, todo su mundo se estaba derrumbando.

-¡PORQUE YA NO TE AMO!-

Dipper no había notado que el también estaba gritando, pero cuando lo notó se sintió muy mal.

-lo siento... yo... no quise gritarte... solo... ya me voy.-

El castaño comenzó a correr sin parar.

Narra Dipper
Comencé a correr sin rumbo, no sabía a donde ir. Todo se veía borroso a causa de las lagrimas.

Cuando ya no podía seguir corriendo, me di cuenta de que había llegado a la tumba de Sos.

Lentamente me acerqué a ella, mientras recuperaba el aliento.

-¿hice lo correcto Sos?-

Las lagrimas no dejaban de recorrer mis mejillas.

-no quiero sufrir... y tampoco quiero que él lo haga... yo... yo solo quiero que toda este rompecabezas que tengo en mi interior... no lo se... tengo mucho miedo... me gustaría que estuvo aquí para hecerme reír...-

Mis ojos estaban hinchados.

-oye, tranquilo amigo.-

"Esa voz..."