Lois está pasando un duro momento y decide ir a un bar, dónde conoce a Diana. Luego de unos cuántos tragos, la chispa surge y una noche de pasión es inevitable entre ambas.
¿Que sucederá cuándo un deseo de navidad y el destino las junte para navida...
Nota de la autora: Comencé a escribir este capítulo en plena navidad, desde el celular.
Les deseo muy feliz navidad, que pasen hermoso con sus seres queridos. Y que sus vidas se llenan de bendiciones.
Los, quiero. Disfruten del capítulo.
Laureen Aileen
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*Diana Pov.*
Estaba terminando unos informes en mi computadora cuando sentí un par de golpes en mi puerta. Me gire y noté a mamá.
—¿Puedes llevarme al aeropuerto, Diana?
—¿Al aeropuerto? ¿A dónde vas? —Le pregunté.
Me parecía demasiado extraño que quisiera viajar en avión.
—Me voy a buscar a la novia de tu hermano.
La miré levantando las cejas, sorprendida.
—¿Y crees que querrá venir? La invitaste más de una vez.
—Tendrá que convencerme.
Me reí y me dirigí abajo con ella. Tomamos las llaves del auto y nos dirigimos al aeropuerto. Cuando llegamos, tuvo que comprar el pasaje y casualmente, su vuelo partía en veinte minutos por lo que la acompañé. Se estaba yendo cuando se giró a darme un beso en la mejilla.
—¿Estás segura de que quieres hacer esto? ¿Y si quiere estar con su familia?
Mamá me sonrió y acarició mi mejilla.
—Cuando Clark me habló de ella, me comentó que no tiene familia. La navidad pasada estábamos todos de duelo, es entendible por qué no festejamos.
—¿Y este año sí? —Dije sorprendida.
—Así es, voy a traer a esta chica a qué formé parte de nuestra familia, incluso si Clark ya no está con nosotros. No dejaré que pase sola.
—Eres muy cabeza dura, mamá. Pero te amo.
Me dio un beso y se fue, dejándome riendo. Espero no espante a la chica. La cual no recordaba su nombre.
Regresé a casa y ya era tarde en la noche, así que me hice un café y me senté contra el ventanal a mirar la noche. Simplemente eso, solo mirando en paz. Mamá llegaría al amanecer a Metrópolis por lo que tenía la casa para mí sola. Observé mi taza de café y sonreí al recordar la noche con Lois. No podía olvidar su nombre. Me había sentido acompañada esa noche, me hizo querer conocerla y tener algo serio. Fue la primera vez que me interesé en una chica y lamento haberla espantado. Quizás fui demasiado, no sé.
Miré al cielo y noté una estrella fugaz. Cerré los ojos y pedí un deseo. Está navidad, me gustaría amar y ser yo misma, cómo lo fui con Lois. Desearía poder verla otra vez. De ser posible, no dejaría perder la oportunidad con ella.
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