Capítulo 11

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- No me estoy quejando pero ¿por qué cambiaste de opinión?, estabas muy convencido que una tercera noche juntos no era ir con calma - Andrei se había metido en la cama de Hernán mientras el moreno realizaba su rutina nocturna antes de unírsele, seguía siendo la misma, con todas sus manías de las que el castaño se había reído tantas veces y de las que se había quejado otras tantas porque retrasaban a su novio de acompañarlo, sin embargo esa noche estaba muy pensativo, revisando su teléfono, específicamente su registro de llamadas y mensajes, y aumentando su nerviosismo cada vez más.

Tenía bastantes llamadas de Martín, bastante distantes la una de la otra pero constantes, por lo menos tres al día, y también muchos mensajes sin contestar, no perdía un buenos días o buenas noches, y también buscaba hacer conversación simple preguntando como estaba y sobre cosas del trabajo, a veces incluso le enviaba mensajes de voz comentando lo que estaba pasando en su vida profesional con la excusa de que no tenía otra persona con quien hablarlo, lo que al inicio lo hacía sentir como la peor persona porque sentía que era él quien lo había abandonado y condenado a esa soledad, pero ahora entendía que era parte del chantaje emocional que estaba acostumbrado a aplicar en él, porque Martín era libre de volver a sus raíces o conocer más gente, y porque no era su responsabilidad lo que hiciera con su vida. Martín siempre había hecho eso por lo que no era extraño, siempre lo había llenado de mensajes y llamadas, siempre se había mantenido presente en cada minuto de su día y ahora que no podía encontrarlo en la intimidad de su casa, había continuado con la única forma que tenía de hacer que Andrei no lo olvidara.

Pero aquello lo estaba asustando porque le había dicho muchas veces que necesitaba espacio y que no quería retomar la relación, sin embargo Martín le estaba demostrando que no iba a retroceder, y se estaba poniendo espeluznante. Desde que lo había terminado y pedido que dejara el departamento había comenzado a notar pequeñas cosas, primero sin importancia porque su ex novio continuaba sacando cosas poco a poco por lo que era normal encontrar cosas fuera de lugar, sin embargo había llegado a un punto en que Martín no tenía nada que hacer en su departamento, pero las cosas seguían moviéndose mágicamente; había querido pensar que con lo distraído que estaba podría haber olvidado la forma en que había dejado todo hasta que había escuchado la puerta en medio de la noche, había revisado de inmediato pero no había rastro de otra persona en el pasillo o en el mismo departamento por lo que decidió pensar que había sido un sueño, y luego había pasado tres noches con Javiera porque nunca había sido bueno dejando las preguntas sin respuesta y sabía que eso lo mantendría despierto. Después de aquello las cosas se habían calmado, sin dejar nunca los mensajes y las visitas sorpresas al trabajo, hasta esa noche en que su ropa no parecía estar en el mismo lugar que la había dejado.

¿Cómo había escalado todo hasta ese punto? 

- Andrei, ¿me estás escuchando?

- Sí, lo siento, estaba pensando... 

- ¿En qué?

- En tu pregunta... no me gusta estar solo en ese departamento, no tengo buenos recuerdos, en cambio en este... contigo...

- Vas a hacer que no quiera dejarte ir - le respondió trepando en la cama y arrastrando a Andrei con él, bajo su cuerpo - ¿ahora cómo dejo que vuelvas ahí mañana si sé que no eres feliz?

- Quizás debería buscar otro lugar, vender ese, encontrar algo que se sienta como yo...

Hernán quería detener esa conversación e invitarlo a vivir con él, no encontraba el sentido a que se deshiciera del lugar que tenía para buscar otro teniendo un hogar juntos, porque para Hernán ese siempre había sido el departamento de Andrei también; pero sabía cuál sería la respuesta que le daría si lo ofrecía, lo habían hablado en el Cajón del Maipo, Andrei quería estar con él, reencontrarse como pareja y continuar con su vida juntos, pero también quería reencontrarse con sí mismo, porque además de cuando habían terminado, el castaño nunca había estado solo y ese había sido el peor momento para estarlo; Andrei quería recuperar su esencia y su seguridad, quería recuperar su independencia.

Sin restricciones #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora