La primavera florece en tu piel ♡ | JUNHAN

➵ Capítulo 3

･:*:･ﾟQuiero besar la primavera en ti･:*:･ﾟ

Yohan

¿Qué te parece el viernes en mi casa? ;) Sigo teniendo las flores.

Junho

Sííííí, hace tiempo que quiero fumar. Recuerda que me pongo caliente cuando lo hago ;)

Yohan

Lo recuerdo jajajaja. Haré pizza, quieres?

Junho

Me gusta la pizza pero no sé si me gustará tu pizza, no tienes cara de buen cocinero.

Yohan

Quizás no tenga cara pero si cocino!!

Junho

Eso lo veremos el viernes, bebé! ;)

No le gustaba cocinar con nervios, así que hizo la masa la noche anterior, cuando estaba feliz y emocionado. Ahora, sólo le tocaba cocinarla y agregarle el queso, la salsa, la cebolla en una y el huevo en otra. Y eso de agregar y cocinar no le afectaba si estaba nervioso.

No comenzó a hacer las pizzas hasta que Junho llegó, fue cerca de las diez, tarde, porque habían quedado a las nueve. Hasta había pensado que no iba a llegar, no contestó en ningún momentos los mensajes que le mandó preguntándole si se había atrasado o no iba a llegar, pero no, apareció.

Lucía cansado y agitado, vistiendo una remera holgada gris, seguramente una o dos tallas mas grandes que la suya y un jean negro. Yohan sonrió al verlo, imaginando como nadaría Junho en su ropa, que era tres tallas o más que la suya (o eso creía).

—¿Qué pasó? ¿Le robaste ropa a alguien mas grandote que tú y por eso viniste corriendo? —preguntó divertido, soltando un par de carcajadas luego.

—Idiota —soltó como respuesta Junho, pegándole en el pecho con su mochila, la que cayó después al suelo, y rodando los ojos— Era de Eunsang.

Yohan frunció el ceño.

—¿Por qué la tienes tú? —preguntó con su ceño fruncido— ¿Te acostaste con él? ¿No era que folló a otro?

—Sí, lo hizo —murmuró, sacándose sus zapatillas y dejándolas junto a su sofá, sintiéndose muy como en casa— Ésta se la saqué de su casa, cuando fui a una fiesta. Me gustaba por como olía y vestía.

Yohan frunció el ceño, tratando de tragar los celos que sentía. No lo consiguió. Se fue en dirección al pasillo sin decir ni una palabra, hacía su cuarto. Volvió a los segundos con una camisa estampada suya.

—Ponte ésta —ordenó, a punto de usar su voz de alfa.

Junho se estremeció apenas, no reaccionando de alguna forma que es común en un omega, y después, sonrió. De forma burlona, divertida y coqueta. Yohan frunció el ceño.

—Tu me gustas porque eres tontito —murmuró divertido, se acercó y besó su mejilla sonoramente— ¿Para qué me cambiaría de remera si dentro de un rato me voy a quitar toda la ropa?

Sonrió abiertamente y Yohan suspiró pesadamente.

—Si muero de un infarto, va a ser tu culpa.