Hemos seguido caminando por lo menos una hora. No podíamos dejar de mirar hacia todas partes, de leer los carteles de las tiendas, las señales. Por todas las calles por las que pasábamos había casitas bajas, algunas pintadas de colores. Ha habido un momento que al cruzar una calle casi nos atropellan, porque resulta que en Inglaterra ¡los coches van al revés! Es decir, que se conducen por el carril de la izquierda y no por el de la derecha, así que cuando hemos mirado para un lado para ver si podíamos cruzar hemos mirado para un lado para ver si podíamos cruzar sin peligro, resulta que venía un coche por el lado contrario. Suerte que no nos ha pasado nada.
Eso sí: se ha puesto a llover.
Sofía: ¡Oh, no!
YOU ARE READING
la diversión de Martina
AdventureCreo que me he metido en un lío Muy pero MUY gordo. después de hacer un pequeño experimento en casa,mi padre me ha mandado a mi cuarto a <<reflexionar>>.Pero ese no es el problema. EL PROBLEMON es que me he escapado de mi habitaci...