Pero Vivió Lo Suficientemente Bien [Reddie]

Capítulo 3: Los chicos (y Bev) están de vuelta

«Eds, por favor dime que te convertiste en médico».

Érase una vez, en otra vida, Eddie había considerado la escuela de medicina. Tuvo una larga conversación con su consejera de la escuela secundaria en su tercer año sobre lo que quería para su futuro. Ella sugirió la escuela de medicina y Eddie estuvo de acuerdo en que podría ser una buena idea. Le iba bien en biología, química y anatomía. Fue ayudante de la enfermera de la escuela un año y prosperó allí. También estaba trabajando en un taller mecánico en ese momento y debido a ello sabía que le gustaba trabajar con sus manos, y le gustaba saber las intrincaciones de cómo funcionaban las máquinas complejas. ¿No eran los humanos simplemente otro tipo de máquina, en realidad? Tenía manos razonablemente firmes y dedos ágiles, y la idea de una cirugía o servicios de emergencia le resultaba atractiva. Era el tipo de trabajo estable, inequívocamente útil que parecía simple. Nunca tendría que preguntarse si estaba haciendo lo correcto si trabajaba en un hospital. Comenzó a rellenar una solicitud universitaria para pre-medicina, y luego...

Y luego había estado su madre. Quien se había lamentado que la medicina había sido una buena profesión, pero ahora era corrupta y más que eso, era peligrosa. ¿Quería trabajar con toda esa sangre? ¿Sosteniendo un bisturí? ¿Qué hay de c. diff(1)? ¿Qué hay del SIDA? ¿Qué pasa con los patógenos transmitidos por la sangre Eddie, no sabes que eso no es seguro?

Al principio, no quería escuchar. Pero. Pero luego pensó en la sangre. Pensó en el SIDA y en la c. diff y todo el horrible, espantoso, riesgo. Así que, tomó estadísticas en su lugar y a veces miraba los uniformes de médicos en la librería de la universidad con un sentimiento entre el deseo y la tristeza, con una especie de nostalgia por la persona que podría haber sido. Y luego, compró su libro de texto de matemáticas y siguió adelante.

Aun así, pasó mucho tiempo en la escuela de enfermería. Hizo amigos tomando clases de medicina y tomó clases prácticas de primeros auxilios, porque nunca se sabía cuándo podría ser útil. Como tal, hizo muchos amigos en el campo y su mejor amigo en la universidad y hasta que Eddie cumplió treinta años era un tipo llamado Austin que trabajaba como EMT y no creía en proteger a Eddie de la forma en que su madre y su esposa hacían. Austin le contó a Eddie historias de terror sobre el trabajo, todo lo cual Eddie encontró morbosamente fascinante. Miembros de pandillas yendo a una cirugía de emergencia después de que les cortaran la garganta. Mujeres embarazadas con cascadas de sangre entre sus piernas. Un hombre cuya mano había sido machacada a un muñón por su triturador de basura.

Eddie nunca había escuchado la historia de alguien sobreviviendo a heridas como la suya. Hasta donde sabía, la sección media humana estaba repleta de órganos necesarios para vivir. Si alguien fue empalado y su columna vertebral y la médula espinal quedaran milagrosamente ilesas, y ni sus arterias renales ni femorales fueran perforadas, y simplemente no murieran de shock...

Y... y... y...

La columna vertebral de Eddie no fue dañada. Ninguno de sus pulmones había sido perforado, lo sabía y estaba agradecido. Actualmente no tenía nada que lo ayudara a respirar. Pero también sabía que el cuerpo humano tenía un límite en cuanto a la sangre que podía perder. Solo podría funcionar durante cierto tiempo sin un hígado o estómago en funcionamiento o venas gruesas y pesadas que bombearan sangre hacia y desde sus extremidades.

Todo esto era para decir que, mientras Eddie yacía en los brazos de Richie, todavía no podía estar seguro de que iba a sobrevivir para ver otro día. Él estaba... bueno, tal vez no caminando y hablando, más bien era una responsabilidad sangrienta y desmayada. Una pesadilla para las compañías de seguros. Eddie sabía las jodidas probabilidades. Un caso como él acumularía unas cientos de miles de facturas médicas, desperdiciaría unos pocos litros de sangre donada, tal vez incluso uno o dos órganos donados, y luego moriría cuando la infección nadara a través de la nueva y brillante sangre y partes de su cuerpo. Probabilidades de supervivencia: no jodidamente buenas.