No puedes romper un corazón roto.

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Abro mis ojos y lo primero que siento son los rayos del sol en mi cara, cierro un poco los ojos y me siento, veo hacia mi lado izquiero y no hay nadie a mi lado.

- ¡POR FIN DESPERTASTE!.- dice Santiago con su dulce mirada clavada en mi.- ¿Ya estas mejor?.

-Mucho mejor, ¿por qué estas vestido como si fueramos a salir?.- Digo al notar que esta muy bien vestido y con un perfecto olor a perfume.

- Vamos a salir.- Dice sonriendo.- Alistate.

**

- Espera.- Digo mientras me siento en una silla al lado de una heladeria, llevamos caminando y conociendo cosas nuevas hace más ó menos dos horas.

- La fútbolista estrella ¿ya se cansó?.- dice en tono burlón.

- Un poco.- Digo sonriendo.

- ¿Te llevo a caballito?.

- No creo que soportes mi peso.- Digo negandome.

- Si, yo soy fuerte y tu fragíl.- Dice presumiendo.

- Te apuesto a que yo soy mas fuerte.- Digo desafiante.

- Si me llevas hasta esas estatuas.- Dice señalando unas estatuas que estan no tan lejos de nosotros.- a caballito, te llevaré todo el resto del camino. 

- trato hecho.- Digo sonriendo.

Se monta encima mio, no es tan pesado.

- ¿Quieres artesanal de chocolate?.- Le digo rompiendo el silencio

-¿Qué es eso?.-Dice confundido.

-¿Hablas enserio? ¿no sabes que es el helado más rico del mundo? Ven tienes que probarlo.- Digo en un tono muy exagerado.

Lo lleve hasta la estatua alsado, no fue facíl, pero no iba a dejar ganarme.

- Dos por favor.- Le digo al heladero.

- Aquí estan.- Dice el heladero entregandome los dos helados.

- Gracias.- Digo.- Vamos prueba el helado.

Lo prueba y le gusta, se lo come muy rápido, puedo decir que es lo más adictivo que hay, lo puedo considerar como droga, una vez que lo pruebo una vez no puedo parar de comer más y más.

**

- Hoy también pueden dormir jumtos.- Dice mamá entrando a mi habitación.

- Esta bien madre.- Digo totalmente feliz.

- Hace mucho no te veía tan feliz.- me mira con pesar.- ¿Qué te paso?.

- Fue un pacto suegra.- Dice Santiago sonriendo.

Mi mamá se va y nos deja solos en un silencio incomodo, el clavando su mirada en mi y yo sonrojada mirando hacia todas partes, intentando evitar su mirada.

- Ire a preparte jugo de naranja.- Dice parandose de la cama.

- Vale, gracias.- Digo sonriendo.

Veo el célular de él en la cama y pienso miles de cosas, ¿estaria bien mirar algunas cosas? Inmediatamente recuerdo la frase de mi segundo rapero favorito "confiar en quién amas no sé si es virtud o defecto, más aún sabiendo que nada es eterno ni perfecto" , no sé porque todo el tiempo tengo frases en mi cabeza para todo, pero no quiero desviarme del tema, no tengo mucho tiempo pero quiero ver, la curiosidad mató al gato pero el gato murió sabiendo... Tomó el celular y miro whatsapp, su ultima conversación con una tal "Natalia" bien, me llenó de ira y empiezo a leerla, " mi amor, mi vida, mi cielo" y más son las palabras con las que me encuentro, uno que otro "te quiero" y muchos corazones, pero hay un mensaje que me llamo mucho la atención.

" Me encantó la despedida, te vas con ella, pero vuelves a mi, no la ilusiones mucho"

Mis ojos se encharcan de lagrimas pero al ver la respuesta, se me va el.mundo.

"Tus besos me llenan cada herida del corazón, prometo terminar con ella, solo dame tiempo"

¿Tiempo? ¿tiempo para ilusionarme mas? ¿tiempo para partirme el corazón más? Todo cada vez está más en mi contra. Entra Santiago por la puerta con dos jugos de naranja en sus manos, me mira con curiosidad, luego nota que tengo su celular en mis manos y deja los vasos con brusquedad en una esquina del closet.

- ¿Tiempo? Eso es lo que necesitas..- Le dije furiosa.

- No, no pensaba terminar contigo o bueno si lo pensaba.- Hizo una pausa y miro su antebrazo.- Antés de saber toda tu verdad, no quería hacerte daño, bueno más daño.- Dijo bajando el tono de voz.

- ¿Lo hiciste por pesar? ¿crees que ahora no me duele?.- Digo con una sonrisa ironica.- Claro, ella no te dejaba ver las cosas claras.

- No, no yo no quiero separarme de ti.- Dijo mirandome a los ojos y tomando mis manos.

- Me voy a dormir a otro lugar.- Digo soltando sus manos con brusquedad y rompiendo en llanto.

- Lo siento, mi intención no era romper tu corazón.- Dijo con lagrimas en los ojos.

- No, no lo hiciste. No puedes romper un corazón que ya esta roto ¿de acuerdo?.- Dije sin animos de nada, me paré de la cama y me retiré de la habitación.


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