Capítulo 14

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Las mejillas de Bertholdt se tornaron de un intenso carmín, mientras recostaba su cabeza en el hombro ajeno de manera empalagosa

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Las mejillas de Bertholdt se tornaron de un intenso carmín, mientras recostaba su cabeza en el hombro ajeno de manera empalagosa. Aquella pregunta le había dejado algo estupefacto.

Creía que Reiner ya no le amaba, por el simple hecho de que ni siquiera había vuelto a ver su rostro, no le llamaba ni tampoco parecía luchar por recuperar su cariño.

Eso le hacía sentir confundido, pero debía dar el primer paso para olvidar a esos ojos mieles. Ese alfa sólo le hacía mal.

—¿N-novios?— espetó mientras sentía un millón trescientos mil quinientas setenta y ocho mariposas en el estómago.

—¡¿En serio?! —exclamó en cuestión totalmente emocionado mirándole a los ojos, podría ser verdad, su más grande anhelo se había cumplido.

El de fanales olivas asintió mientras miraba los ojos de su ahora novio, podía notar la alegría que estos reflejaban.

—¡Sí, lo somos!—dijo dándole un fuerte abrazo llegando a levantarle. "Cómete esa Braun". Pensó para sus adentros.

—Gracias por cuidar de mi, novio~— murmuró tierno correspondiendo al abrazo mientras reía bajo al tener en cuenta la fuerza del contrario.

Lentamente el castaño deshizo el contacto y le dejo respirar, seguido le miro a los ojos dejando notar lo feliz que estaba.

—Ahora nadie más te hará daño, te lo prometo, ni Eren, ni Reiner ni siquiera la perra de Historia — exclamó empezando a caminar de la mano del más alto.

—Gracias— murmuró mientras le daba un beso en la mejilla, le tomó de la mano y comenzó a caminar con él, ahora si podía decir que se sentía orgulloso de tener a Porco por novio.

—¡Oye Berth, estuviste genial esa anoche!—dijo con cizaña, haciendo gestos pervertidos con las manos.

Al pasar cerca de Jaeger Galliard le dió un empujón como venganza ante lo que le hizo al moreno, era poco pero no quería golpearlo pues su novio le pidió que no lo hiciera.

Bertholdt rodó sus ojos con fastidio, miró hacia su novio y sonrió dulcemente hacia él, ignorando así al impertinente de Eren.

— No dejaré que me afecte— murmuró orgullosos mientras le daba la espalda al otro castaño con apariencia de vagabundo. Sinceramente no tenía nada que demostrar.

—Yo te creo que nada paso...— lentamente entraron a clases y para variar no estaba ni Historia sus copias baratas. Escuchó entre susurros que al parecer ella ya estaba por dar a luz.

Y esos comentarios terminaron por destruir a Hoover, se sintió realmente triste al saber que el hijo de la rubia estaba por nacer, no pudo evitar tener aquellas inminentes ganas de llorar. Sabía que aquella criatura no tenía la culpa de que su madre fuera una destructora de relaciones.

Engelsflügel〔ReiBert〕│〔Omegaverse〕#YaoiAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora