Fiveteen

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Un pequeño Minho de, tan solo, 10 años se encontraba llorando ya que, otra vez, los niños de último grado lo habían vuelto a molestar diciéndole que estaba gordo.

Al llegar a su casa su hermana, Soojin, quien tenía 14 años y estaba comenzando con su carrera como modelo le preguntó que le pasaba. El azabache menor le contó las cosas hirientes que le habían dicho y Soojin le dio un gran abrazo, mientras lo consolaba

– no tienes que hacerle caso a esos comentarios – le aconsejo su hermana – prométeme que vas a tratar de ignorarlos

– te lo prometo hermanita! – sonrió abrazándola

Un año había pasado desde esta escena y Minho seguía recibiendo comentarios horribles sobre su físico, pero ahora eran peores. No solo se burlaban de él, ahora lo agredían físicamente, por ejemplo: le tiraban del cabello y le obligaban a comer chocolates aunque él no quisiera. Todos los días llegaba llorando del colegio y no quería ir más. Su madre no entendía que le pasaba, pues ella trabajaba cuando el azabache llegaba del colegio y no estaba informada sobre la situación de su hijo. Pero definitivamente todo empeoró cuando Soojin llegó un día de modelaje llorando

– hermanita qué pasó? – preguntó con un puchero el menor

– nada. Déjame tranquila – respondió a la defensiva la mayor – y no le digas a mamá – le dijo mientras subía las escaleras

Lo cierto era que la pequeña Soojin había experimentado por primera vez la parte oscura del modelaje. El fotógrafo, al igual que el manager la habían dicho que estaba "gorda" y que sus mejillas estaban demasiado regordetas, así que la sacaron de la sesión de fotos; además sus compañeras soltaron pequeñas risitas humillándola más de lo que se sentía. Así que con lagrimamos en los ojos fue hacia su camarín y se vio en el espejo, viéndose horrible y gorda

– gorda así es como te ves – le dijo su manager, entrando en el camarín – mas vale que bajes de peso para la siguiente sesión o no saldrás

– entiendo – se limitó a decir la azabache, al mismo tiempo que tomaba sus cosas y se iba de ese lugar hacia su casa

Una vez que llegó a su habitación se vió en su  espejo y comenzó a ver sus caderas, las cuales estaban formándose. Sería mejor que cuidara de ellas sino se arruinaría ella y su sueño de ser modelo. Unos golpecitos en la puerta de su habitación. La azabache fue abrir la puerta y se encontró sin su hermano que traía dos vasos con chocolatada y dos sándwiches

– no quiero verte triste Soojin noona – confesó el menor sentándose al lado de ella

– gracias Minho – le sonrío la mayor – y discúlpame por haberte tratado mal

Mientras ambos merendaban, Soojin vio ese sándwich y luego miró se estómago. No quería perder su puesto como modelo; así que no comería ese sándwich. Al mismo tiempo miraba a su hermano, quien comía gustosamente su sándwich. Se veía tan feliz, Soojin también quería comer

– minho – lo llamó su hermana – estas seguro que quieres comer eso? Porque la verdad es que estás gordo

– pero tengo hambre – le contesto el menor

– se nota. Mira esa panza – se burlo la mayor – vas a terminar siendo una bola

Las mejillas regordetas del menor se pusieron rojas y sus ojos se cristalizaron – Soojin...

– deja de llorar. Así nadie te querrá

Desde ese día las constantes burlas de Soojin hacia su hermano comenzaron. Cada vez que tenía oportunidades se burlaba de su físico. Cada vez que lo hacía se sentía mal, pero a la vez lograba sacar todo su estrés acumulado y todo lo que tenía guardado dentro. Soojin se desquitaba de ella misma con Minho, se reflejaba en el menor y por eso le decía tantas cosas feas. Por su parte, el azabache había comenzado a dejar de comer y cada vez que lo hacía se auto regañaba y cuando le agarraba hambre se pellizcaba para no comer

//62 Kg\\ bc + yji (chanin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora