Capítulo 6.5: "La revelación"

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- "Bien, es hora de intentar un nuevo punto de vista".

Ese era el pensamiento en la mente de Carlos mientras, en su habitación, abría el Tomo y buscaba un hechizo de invocación. Si tenía un demonio interno que no sabía, lo mejor sería hacerlo aparecer frente a él para al fin saber la verdad. Era arriesgado, ya que no sabía que podría aparecer, pero era un riesgo que estaba dispuesto a correr para poder tener una respuesta. Hojeando el Tomo encontró un hechizo de invocación el cual parecía básico y no muy poderoso.

- "Este bastará, no se ve difícil y si algo falla, tengo tiempo para protegerme".

Carlos dejó el Tomo a un lado mientras cerraba la puerta y juntaba las ventanas, para que nadie viera lo que iba a hacer o lo interrumpiera. Se sentó en el suelo y, calmando su respiración, comenzó a meditar. Imágenes extrañas llegaban a su mente mientras realizaba su meditación, pero eso no lo desconcentraba. Cuando pensó que ya estaba listo, abrió los ojos y comenzó a dibujar un patrón algo difícil en el aire. Líneas de colores comenzaron a aparecer, era un espectáculo el ver como las líneas se juntaban y cambiaban de colores. Cuando el símbolo estuvo completo, Carlos respiró nuevamente y, calmándose, recitó el hechizo de invocación:

- "Akh Hef Jek, Invoquilis Summon".

Un pequeño estruendo se escuchó, pero eso no lo perturbó y continuó:

- "Yo os invocó, demonios y ángeles en todos los planos. Escuchen este llamado y hagan aparecer frente a su servidor, el secreto que permanecía oculto. Denle luz a esta oscuridad y muéstrenme lo que yace en las tinieblas de mi alma".

Otro estruendo más fuerte se escuchó. Esta vez, Carlos miró a su alrededor, pero no veía que algo hubiera cambiado. Suspiró y terminó el encantamiento:

- "Akh Ked Min, Invoquilis Summon Rebgen".

Cuando terminase de decir el hechizo, un dolor en su pecho comenzó a aparecer. Era casi como si el infierno se hubiera desatado en su cuerpo; podía sentir como se quemaba por dentro. Del dolor, colocó sus manos en el suelo, su respiración se volvía cada vez más difícil, el dolor aumentaba cada segundo. Hasta que, de un grito, el fuego salió de su cuerpo y se materializó frente a él. Agitado, con el dolor punzante aún en su pecho, miró hacia adelante y vio una flama ardiente y danzante.

- "¿Quién... qué eres?" le preguntó a la flama con su mano en el pecho.

- "Te aTreves a invocArMe estUpIdo".

La voz distorsionada era muy similar a la voz que salió cuando peleaba con Dämon la última vez.

- "Asi que... asi que es verdad." decía jadeante Carlos. "Yo tenía un demonio dentro de mí" decía mientras el dolor se iba apaciguando.

- "SI –le dijo la flama- Yo Soy tU dEmonIo InterioR. HE rEsiDido DenTRo de Ti dEsdE Que nAciSte".

La flama seguía danzando frente a Carlos, quien ya se sentía recuperado de lo sucedido. Aclarando su mente, muchas preguntas aparecían y desaparecían como estrellas fugaces en su mente, más una pregunta parecía la más importante:

- "¿Por qué? ¿Por qué yo?", le pregunto Carlos con un poco de angustia. 

- "Eso Sera pAra OtrO díA –le dijo la flama- DebeS sAbeR qUE Mon eS un dEniO qUe Me tEme, PorQue sOy Más PodErOsO quE eL. PerO TenGo cADenAs qUE mE reTiEnen".

Carlos no podía creerlo, pero de igual manera le preguntó sobre sus cadenas. Sin embargo, al momento de preguntarle, comenzó a sentirse muy cansado. El hechizo de invocación estaba drenando su energía vital y ya estaba comenzando a llegar a su límite. La llama comenzó a girar en torno a Carlos y comenzaba a cambiar su tamaño, como para no drenar tanta energía vital y poder dar un último mensaje. 

- "ProNTo pOdRas HaCer gRanDes cOsas mI RecEptÁcuLo, PerO aHOra No PueDes sEgUir. Te SegUirE aLiMenTando de mI eNergIa, Para quE eSTes LisTo CuaNdo sEa eL MomenTo", dijo la flama antes de comenzar a volver a Carlos, el cual comenzó a sentir nuevamente el dolor en su pecho.

Antes de que la flama entrara por completo, Carlos le preguntó su nombre.

- "AsTarOtH" dijo la flama antes de desaparecer por completo en el pecho de Carlos.

Cuando la flama hubiera entrado por completo, el símbolo en el aire se disipó y Carlos cayó rendido en el suelo, casi sin energía para poder levantarse. Con mucho esfuerzo, se levantó y se recostó sobre su cama. "Astaroth" pensaba Carlos mientras lentamente se dormía pensando en su encuentro con su demonio interior.

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⏰ Última actualización: Dec 27, 2019 ⏰

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