Tanjikana One-shots [Pedidos Cerrados]

YO TE CUIDO

Era extraño, llegar a clases y no ver a ese chico de cabello burdeo y ojos rojos que siempre le robaba suspiros... ¿Porque no había venido a clases? le preocupaba, sin descartar el hecho de que el era su novio, cuando el timbre sonó dando final a las clases salió disparada hacia el apartamento que tenia el ojirojo, le costo encontrarlo pues se había mudado a otro que ella aun no conocía, así que tuvo que preguntarle a medio salón, al llegar toco la puerta sin recibir respuesta alguna, toco el timbre y aun nada...dio un suspiro y comenzó a llamarle, le marco con su teléfono escuchándolo adentro, ¿lo había dejado o estaba en casa y no quería abrir? se rasco la nuca nerviosa, eso ya le daba mala espina, dirigió su mano hacia la perilla para notar que estaba abierta "si sigue dejando la puerta abierta los ladrones pueden entrar a robarle" pensó enojada mientras abría la puerta y luego la cerraba, se sorprendió al ver todo limpio y ordenado, se inclino para recoger unos guantes de cocina que estaban en el suelo y los puso en la mesa, empezó a caminar por el pequeño apartamento, habían fotos de sus cuñados y suegros en las paredes, se detuvo ante la habitación principal por donde se lograba escuchar una respiración agitada "maldito..." pensó, no sabia porque se le había venido a la mente la idea de que el le estaba siendo infiel, apretó sus ojos y abrió la puerta, la ventana estaba abierta y de ahí entraba un suave viento primaveral y ahí estaba el, acostado en su cama con su pijama verde a cuadros, tenia un fuerte sonrojo mientras que el sudor caía de su frente, parecía que estaba sufriendo, se acomodo aun lado de la cama cosa que provocó que el abriera los ojos, cuando la vio parecía haber visto a un ángel, esta puso su mano en la frente del chico sintiendo un fuerte calor

-cariño, estas ardiendo- susurro nerviosa -tomare tu temperatura- busco en lo cajones el termómetro hasta que lo encontró, lo introdujo  en la boca del mayor, espero unos segundos hasta que empezó a sonar -vaya, tienes mucha fiebre cariño- se levanto dispuesta a ir por paños húmedos pero sintió como algo le tomaba la mano, giro su cabeza, era el, era claro lo que le intentaba decir con la mirada "por favor, no me dejes" suspiro y deposito un beso en su frente -solo iré por unos paños, no te dejare solo, ¡y menos en este estado!-

Salio del cuarto y cuando volvió traía consigo un balde con agua fría, tomo una toalla y la remojo para luego exprimirla para que no goteara tanto, lo coloco en frente del mayor que seguía callado y aferrado a ella

-¿tienes hambre?- el asintió, comenzó a sentir culpa y pena....definitivamente se iría a vivir con el, para cuando le pase algo como eso, no se quede sufriendo solo, en esos momentos tanjiro se arrepentía de haber dejado el nido -ok, iré a prepararte una sopa ¿vale?-

Volvió a salir del cuarto, el simplemente dejo su mirada fija en la puerta, no tenia energías como para levantarse oh hacer algo, antes de que ella llegara sentía como si fuera el fin, agradecía haber dejado la puerta abierta la noche pasada, mientras esperaba a su amada decidió dormir un poco, por el lado de la ojimorado todo era un caos, estaba nerviosa ¡era la primera vez que cuidaba de un enfermo! Esperaba hacer todo correcto y no equivocare en nada, comenzó a preparar la sopa con muchos pensamientos en su cabeza, estaba muy distraída, tan distraída que ni siquiera se dio cuenta que le hecho sal de mas, al terminar la sirvió y fue al cuarto del mayor para verlo dormido, debía admitirlo, se veía muy tierno durmiendo, además que con ese sonrojo y el sudor cayendo de su frente... Se desmayaría en cualquier momento, antes de despertarlo le tomo unas cuantas fotos

-amor, despierta- lo movió lentamente, este abrió sus ojos con un cansancio notorio, se acomodo en la silla que tenia el en su escritorio y le ofreció un poco de sopa -abre tu linda boca-

-k-kanao....yo puedo comer solo....- dijo algo avergonzado con la voz algo rasposa, la chica negó -¿n-no?.....ok-

Introdujo la cuchara en su boca para que al segundo la escupiera toda ¿¡que había pasado!? ¿¡Por que la escupió!? ¿¡Le había quedado fea!?

-¿¡eh!? ¿¡Cariño que ocurre!?- el mayor la miro con unos ojos de pena, se sentía mal por haber escupido la sopa que ella le hizo, pero tenia que admitirlo, estaba muy pero MUY salada, probablemente ella había echado media bolsa, cuando se recuperará iría a comprar más sal, pues au novia acabaría con toda hoy, bueno, lo suponía -¿¡me quedo fea!?-

-no es eso, t-te quedo algo salada...- explico disculpándose, eso le hacia sentir muy mal, mas de lo que ya estaba -lo siento...-

¿Salada? ¿Pero como? Ella siempre se daba cuenta de las pizcas de sal que le echaba a cada alimento, decidió probarla y si, le había quedado salada, se disculpó y salio corriendo a la cocina a preparar otra sopa, esta vez si se percató de no echar media bolsa de sal, antes de llevarla con el la probo, ahora ya no estaba salada, se la llevo con una sonrisa

-¡ya lo arreglé!- entró con una sonrisa, la probó para luego sonreír de lado, suspiro aliviada y término de alimentar al peliburdeo -jeje, duerme bien amor mío-

Salio del cuarto, después de lavar los platos decidió buscar medicina y la encontró, también buscó cítricos, durante el tiempo en el que tanjiro durmió, preparo un té, un jugo de naranja, otra sopa y un postre, debía admitirlo, le gustaba cocinar, recordó con tristeza su infancia, cuando cocinaba felizmente con sus dos hermanas que ahora disfrutaban del descanso eterno, decidió ir por sus cosas, su novio si que tenia el sueño pesado, trajo lo necesario para estar con el, solo ropa, zapatos y algunas cosas personales súper importantes, también aprovecho para escribirle a zenitsu y Inosuke, los dos mejores amigos del chico que estaban muy preocupados por el

-si, tenía fiebre cuando llegué- hablo por el teléfono mientras terminaba de servir la sopa -esta durmiendo....ok, dile a nezuko....adiós-

-¿con quien hablabas?- dio un salto al oír esa voz detrás suyo, observo al joven con cierto enojo -¿que?-

-¿¡porque estas fuera de la cama!?- le regaño, el de la cicatriz río apenado -debes descansar-

-estaba en el baño-

Se le acerco y le beso la mejilla para luego poner su mano en la frente de el, seguía con fiebre pero no tan alta, suspiro y lo acompañó al cuarto, luego de darle la medicina comenzó a desempacar

-¿kanao, que haces?- pregunto confundido al ver como la pelinegra sacaba ropa de una maleta y la metía al armario-

-desde ahora viviré contigo- sonrió -y no quiero ningún no como respuesta, ya no vivirás solo-

-~te amo~-

-y yo a ti-