Marta y David estaban a punto de llegar a casa. Alfred había quedado con ellos para que le ayudaran a preparar las cosas y aprovechar y grabar un vídeo que les habían pedido para las redes, pero no le apetecía nada. Si por él fuera, se quedaria en la cama todo el día.
Últimamente la ansiedad no le da tregua y aumenta con la preocupación de cómo llevará esto encerrado. Igual no es buena idea entrar, a pesar de que la evaluación psicológica que les han hecho a todos tras acabar los castings, diga que está perfectamente capacitado. Si lo dicen ellos...
Suena el telefonillo de casa y va a abrir. En menos de dos minutos, ya están arriba.
- ¡Hola, ya venimos los tres!
- ¿Los tres? ¿David, tú y quién más?
Marta saca de su bolso a Santa Gema. Ella y su sentido del humor. La va a echar tanto de menos...
Alfred deja en mitad de su habitación una maleta enorme.
Aún así dudan de si va a caber todo. Para 3 meses necesita mucha ropa, así que va a ser un poco como jugar al Tetris.
- ¿Os dejan llevar discos?
- Nos han dicho que no.
- Pues qué mal lo vas a pasar. Oye, te noto un poco raro, ¿estás bien?
- No, la verdad. Estoy un poco preocupado por el tema de la ansiedad allí dentro. No sé cómo lo voy a llevar.
Marta se acerca a él y le da un abrazo. Definitivamente si, la va a echar de menos.
- Cuando te pase piensa en nosotros, en Edu y en tus padres. Te queremos muchísimo y cualquier otra cosa que no seáis tú y tu salud es menos importante. Es una oportunidad genial, ¿cuánto llevas queriendo esto? Déjate llevar por una sola vez en tu vida, y que pase lo que tenga que pasar. Y ya se que esto no sirve porque no soy tú. Lo entiendo. Pero yo creo que centrarte un poco en otras cosas y salirte de la rutina va a mejorarlo todo un poco.
- Gracias por estar aquí.
Los tres se funden en un bonito abrazo y, un par de horas después, ya acaban de recoger todo.
Al día siguiente han quedado porque Alfred da el último concierto. Pero antes van a dar una vuelta.
- Oye, ¿les mandaste el mensaje ese a tus... amigos?
- Mis.. ¿amigos?
- A los del casting, jolín. No sé cómo llamarles.
- ¡Ah, sí! No podían venir y otros ni han respondido.
- Ellos se lo pierden.
A la media hora se fueron y Alfred dio el concierto. Tuvo buenas sensaciones, pero le hubiese gustado que fuese a verle más gente. Todo es tan complicado... Su madre dice que tarde o temprano seguro que las cosas irán como él quiere. Pero, claro, es su madre, ¿qué va a decirle?
Empieza a editar el vídeo que les han dicho que hagan, y nota que en ese momento sí tiene ganas y curiosidad ante lo que le espera. Le da igual ganar, de hecho cree que no va a durar nada porque la gente no le va a entender. Pero, antes de todo, se promete que va a trabajar duro para llegar a donde él quiere.
