Había unos quince minutos de camino de vuelta a mi casa.
Estábamos ya saliendo del aeropuerto, no habíamos puesto música.
Me estabas contando como había sido tu viaje de vuelta.
Eran las once de la noche.
Mientras tu me hablabas yo no podía parar de mirarte, no me creía que estabas de vuelta conmigo.
Te percataste de que no estaba escuchando y te callaste.
Estábamos en silencio y se oía el ruido de la autopista y de los coches que iban por ella.
Apoyaste tu mano en mi pierna y me empezaste a acariciar la parte interior del muslo.
Sin razón alguna levantaste mi falta y metiste tu mano debajo.
Tu acción repentina hizo que dejara de mirar por mi ventana y me volteara a verte. Tu seguías con la vista fija en la carretera.
De un estirón fuerte y brusco me bajaste las medias hasta el inicio de mis rodillas. Como acto reflejo te cogí la mano, pero la solté de inmediato.
Cogiste de nuevo el volante con las dos manos para dar una curva cerrada.
En ese momento yo tan solo miraba por mi ventana mientras notaba que el corazón se me aceleraba.
Metiste tu mano de nuevo entre mis piernas, las separé un poco para que te fuera más fácil llegar a mis bragas.
A diferencia de las medias las bragas me las fuiste bajando poco a poco.
Estabas a punto de empezarme a tocar cuando tuviste que poner el intermitente para coger una salida.
Me dejaste con las ganas.
Antes de que pudieras volver a introducir tu mano bajo mi falda, yo ya me había metido los dedos.
Empecé a tocarme haciendo que se me escaparan pequeños gemidos.
Intentaste sacar mi mano pero no te dejé y continué masturbándome.
Desde mi asiento podía ver como se te ponía dura y se te marcaba por debajo tu pantalón de chándal.
Llegamos al garaje de mi casa, entraste el coche y lo aparcaste.
Me desabrochaste el cinturón, pusiste tu asiento lo más atrás posible y te bajaste el pantalón.
Me subí encima tuyo y justo antes de que me la pudieras introducir, te negué la entrada.
-Won, condón.
-Joder, no llevo ninguno. No te preocupes me corro fuera.
-Sabes que eso no va a funcionar, los dos sabemos que siempre te acabas corriendo dentro.
-Tienes riesgo de quedarte embarazada??.
-Justo estoy ovulando...no quiero arriesgar.
-No tienes tu uno??.
-No...yo no pensaba que esto ocurriría.
-Mierda.
