Capítulo II

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Todo el camino hacia el apartamento fue un reto, sobre todo cuando traté de no despertarla mientras la subía al taxi aunque debo decir que aquella mujer tenía un sueño bastante pesado ya que no despertó por más ruido que hice. Cuando por fin llegamos, trate de no matarnos por las escaleras, como pude abrí la puerta y rápidamente la recosté en el sofá con mucho cuidado,

-Ahhh, por fin mi dulce hogar —Dije soltando un gran suspiro mientras me desplomaba en una silla del comedor —¿Y ahora que hago contigo? —Pregunte al aire

Me quede un rato ahí, a decir verdad mi apartamento era muy pequeño, un comedor chico, el sofá, una televisión, una recámara y el baño, después de todo aún sigo siendo una estudiante universitaria, no tengo dinero suficiente para un apartamento de lujo. O si quiera una casa...

Me levante y la acobije con una manta, traje una silla del comedor, coloque la silla enfrente del sofá para observarla sin premura... al parecer su fiebre había cedido y se encontraba profundamente dormida

La herida de su labio parecía haber cerrado bien y no veía rastros de algún otro hematoma en ella

Todo había salido bien pero entonces ahí fue cuando me empecé a arrepentir. Al principio parecía una buena idea pero ahora que lo pensaba con tranquilidad, la magnitud del problema en el que me había metido era enorme, solamente a mí se me ocurriría hacer tal cosa de traer a una completa desconocida a mi apartamento.

Mañana podría despertar y no encontrarla por ningún lado solo para enterarme un tiempo después de que me acuso a la policía de secuestro

Pero eso es algo que obviamente no iba a permitir que sucediera, tan pronto como sea mañana le explicaría todo lo que había ocurrido

-Solo espero que me creas...

Para evitar que ella se fuera me levante y cerré la casa con llave, la guarde en un lugar seguro y regresé a la silla, cerré un rato mis ojos y cuando menos me di cuenta, caí dormida.

•••

Ya era de mañana y aquella mujer seguía estando en un profundo sueño, me comencé a preocupar

Hoy no planeaban ir al instituto, tampoco es como que tuviera muchas ganas de ir... después de lo que había pasado ayer...

Ya había hecho mi día rutinario como siempre, me había arreglado y tomado un desayuno ligero, estaba viendo una película en la tele y de vez en cuando me acordaba de la chica que dormía en aquel sofá pero ella no mostraba ni un signo de vida así que aprovechando esa oportunidad, tome un poco de coraje y me aproximé con esmero a ella hincándome para así poder admirar un poco mejor su belleza

Era algo que me estaba perturbando ya un buen rato y ahora con la luz del día podía notar mejor sus rasgos y puedo decir con toda firmeza y seguridad que ella era la mujer más hermosa que mis ojos hayan visto.

Para mi mala o buena suerte de repente abrió sus ojos de golpe y brinqué del susto, tanto que perdí el equilibrio

Mi corazón estaba agitado

¿Qué es lo que me diría? ¿Cómo reaccionaría? Me sentía nerviosa y expectante al ver cuál sería su respuesta

Lentamente se enderezó y dirigió lentamente su mirada hacia mí. Me congele, esa fue una escena realmente impactante... Ella tenía dos distintos tipos de color en sus ojos. Nunca había visto nada parecido. Uno era verde y el otro morado

Until We Meet Again [Seulrene]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora