Capítulo III

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Sentía mi cuerpo tenso y cansado, abrí mis ojos sin prisa.

Despertar y ver a Irene fue algo surrealista, podría haberme muerto de un infarto por la cercanía de su rostro y el mío

-No creo poder acostumbrarme a esto —Susurre

Me levante despacio para no despertarla y me quede sentada en el borde de la cama

Le dediqué una sutil mirada y pude ver desde ese ángulo claramente como un rayo de luz se filtraba por la ventana chocando contra su delicado rostro, era como una escena de película. Casi como una pintura muy hermosa

Si algún día se presentara la oportunidad de pintar  esa escena sería como un sueño, a puesto que sería un increíble cuadro

Sonreí y me dirigí hacia la cocina, preparé el desayuno y le dejé todo listo a Irene para cuando despertara, me di una ducha fría, me puse una sudadera negra, unos shorts, mis Converse, acomodé mis materiales que iba a ocupar y le dejé una pequeña nota

"Buen día Irene

Espero que hayas dormido a gusto, hoy tengo que ir a clases más temprano de lo habitual... lamento mucho que cuando despiertes no me vayas a encontrar... pero no te preocupes, espero llegar temprano hoy, te deje listo el desayuno, solo caliéntalo 15 min. en el horno de microondas, cualquier cosa que suceda te dejo mi número de celular 5611 68 xx xx

Atte: Kang Seulgi"

El otro día, mientras acomodaba su saco, note que adentro de uno de los bolsillos venia un celular, por inercia lo revise, sabía que estaba mal pero... tenía que checarlo por si podía venir información importante sobre de ella pero el celular estaba completamente vacío, no traía ningún contacto pero al menos nos servía como un medio por el cual con nos podríamos comunicar

Le deje el pequeño postic pegado en la mesa cerca del desayuno y salí del departamento rápidamente

Hoy era un día bastante frío pero no me podía permitir faltar otro día a clases así que me puse en marcha hacia el instituto

Llegando el ambiente se sentía tenso

Todos me veían y susurraban cosas

Eso en verdad me molestaba, nunca me había gustado ser el centro de atención de rumores o chismes, aunque para ser honesta, no me gustaba ser el centro de atención de nada.

Iba caminando apresuradamente por el pasillo ya que no quería encontrarme con nadie del grupo de Nayeon, hasta que sentí que alguien me sostuvo del brazo

Salte del susto

-Hola —Sentí un escalofrío y voltee para ver quién era

-¿Hola? —La mire confundida, no tarde mucho en reconocerla dentro de mis vagos recuerdos

Aquella persona era la chica que me había querido ayudar a levantarme  ese día

-No sé si tal vez me recuerdes pero...

-De hecho si me acuerdo de ti pero si me disculpas voy algo tarde para la primera clase, tengo que irme —Le hice una pequeña reverencia —Y gracias —No me atreví a mirarla a los ojos

Me sentía inferior e incómoda

-Nos vemos luego entonces... —No fui capaz de ver la expresión de su rostro pero estoy segura que estaba algo decepcionada

Me di la vuelta precipitadamente y entre al aula

Las primeras clases pasaron lentamente, me gustaba estar ahí, era como un refugio ya que en ellas sentía tranquilidad y aunque solo fuera pasajera, me hacía sentir bien.

Cuando se aproximaba la hora del descanso empecé a sentir ansiedad, entre más tiempo transcurría, más ansiedad sentía y de tan solo imaginar los múltiples escenarios posibles... si me llegaba a encontrar a Nayeon... me hacía sentir asqueada y horrorizada

Le tenía miedo

Salí con precaución al receso, mirando para todas partes y con pasos apresurados, trate de ir al lugar donde siempre suelo comer, todo marchaba bien, o eso quería creer...  hasta que para mí mala suerte me topé con Nayeon de frente

No había escapatoria

Me agarre de valor y la miré, me mentalice para cualquier cosa que pudiera ocurrir,  estaba más que lista para lo peor, para sus insultos o sus empujones pero ella solo me ignoro y pasó de largo.

Solo deje ir un pesado suspiro de alivio. Al parecer lo que había ocurrido aquel día, había servido de algo.

Tal vez...
Tal vez... cabía la posibilidad de que por fin me dejarían de molestar

Seguí caminando con pasos lentos y con calma.

Hasta llegar a donde quería llegar, tome asiento en una banca cerca de un árbol que se encontraba cerca del centro del campus, aquel lugar era mi favorito, ¿Por qué? Simple, es el lugar más calmado de todo el campus entero y siempre estaba fresco, era el mejor sitio para descansar, todos los días siempre en la hora del receso me la pasaba ahí y lo mejor de todo es que casi nunca nadie rondaba por ese lugar

Todo marchaba bien hasta que de repente a lado de mí tomaron asiento dos personas más. No me incomodaba más compañía pero ciertamente era extraño que alguien viniera por aquí.

La curiosidad me gano y voltee a ver quiénes eran

Era aquella chica de nuevo pero ahora junto a otra que parecía un poco menor que ella. Ambas me voltearon a ver y sonrieran al mismo tiempo

-¿Te molesta si comemos contigo hoy? —Me dijo la chica de cabello largo y rubio

-No, adelante...

-Se que te parecerá raro que nos acerquemos así a ti, pero me gustaría conocerte, Mi nombre es Joy —Me dijo alegremente —Y ella es Yeri

-Mucho gusto... soy Kang Seulgi —No sabía que más decir, no es que yo fuera alguien interesante y no comprendía que estaba pasando —Sé que sonara algo extraño pero, ¿Por qué?

Ambas me miraron con afabilidad

-Queríamos hablarte ya hace tiempo, ambas estudiamos la misma carrera y pareces una persona interesante... puede que quizás hasta tengas secretos algo turbios —Me dijo Joy con una sonrisa pícara

Me asombraron sus palabras, ella era muy directa... me había sorprendido lo sincera y transparente que era Joy. Sus palabras hicieron incluso me ruborizara un poco y al ver mi reacción ambas se empezaron a reír

-Solo está bromeando, así es ella, no le des demasiada importancia —Dijo dándole un pequeño golpe en la espalda —A veces me pregunto por qué salgo con ella, ugh —Y soltó un pequeño suspiro

-Oye, soy tu novia desde hace mucho, que falta de respeto —Cruzo los brazos e hizo una mueca divertida

Aquella escena me causó risa, ellas eran bastante extrañas pero de cierto modo agradables

-Gracias por intentar ayudarme aquel día —Solté de repente agachando un poco la cabeza

-No es nada, a decir verdad el grupo de Nayeon, ya me tenía harta —Me dijo posando suavemente su mano en mi espalda

Levante la vista y le sonreí

-De echo queríamos quitártelas de encima desde hace ya unas semanas, creo que esta vez cruzo la línea, siempre ha sido así incluso en el otro plantel... antes íbamos en la misma clase... —Dijo Joy jugando un poco con sus manos —Siempre nos quedamos al margen y fuimos cobardes, pero esta vez, decidimos que ya no más —Fue ahí cuando nos miramos fijamente un buen tiempo y a través de su mirada pude sentir la sinceridad en sus palabras, no eran simples palabras dichas al viento.

-En verdad lo sentimos —Ambas me miraron con angustia

-No tienen por qué disculparse, no es culpa suya, además no creo que tengan por qué preocuparse ya, al parecer se cansaron de mí, hoy ha sido el día más tranquilo que he tenido desde hace mucho

-Nos alegramos de oír eso, cualquier cosa puedes contar con nosotras Seulgi —Ambas se levantaron con tranquilidad, sacudieron un poco mi cabello y se marcharon

Mi corazón se sentía tibio, a veces los gestos más sencillos son los que más te causan impacto y felicidad.

Me quede un rato todavía en ese lugar, disfrutando el aire fresco y la paz que inundaba mi ser en aquel sitio

El día prosiguió con calma, todo parecía ser igual que antes, bueno... no del todo, pero al menos nadie me decía nada malo, ni me empujaban, eso ya era un avance, ya casi era la última clase e Irene cruzo por mis pensamientos, sonreí sin querer recordándola

-Me pregunto que estará haciendo, a puesto a que esta aburrida dando vueltas por todo el apartamento —Dije en voz baja

Pensé en una posible solución para ayudarla a recordar... puesto que la  curiosidad me estaba carcomiendo, necesitaba saber quién es y de donde proviene. Estoy segura que su familia ha de estar muy triste...

Algo en lo más profundo de mi corazón despertó, quería ayudarla y verla feliz

Justo en ese momento mi celular empezó a vibrar, lo saque de mi bolsillo y cheque el mensaje,

"Seulgiiii-ah~ ¿Vas tardar mucho aun? Me aburro demasiado sin ti, por favor vuelve temprano~ por cierto hay un libro que llamo mi atención en tu estantería pero no lo agarre porque no lo quería tomar sin tu permiso jeje, ¿Estaría bien si lo agarro?

Atte: IRENE"

¡Pero qué demonios! ¡ELLA ERA MUY LINDA!

Claro que puedes tomarlo, toma mi vida entera si quieres

Mi corazón latía a mil, ella en verdad era un caso especial, su mensaje me había hecho muy feliz, su simple existencia me hacía feliz

"Ya casi acaba la última clase, ahorita en un rato nos vemos y claro, puedes tomarlo, toma los que quieras, no tengo ningún problema con eso"

Al terminar de redactar aquel  mensaje un aire de positivismo inundo mi ser, por una extraña razón quería llegar cuanto antes al apartamento

-Bien, eso es todo chicos, recuerden que este proyecto es importante y tienen que entregármelo a más tardar en dos semanas —Indico el profesor —No quiero ninguna excusa boba, ¿okey?

-Entendido —Dijimos todos en unísono

-Es bueno saberlo, ya pueden marcharse —Mas tarde yo en meter mis cosas que el profesor en irse, cuando estaba saliendo del aula, estaba realmente entusiasmada

Pensaba en comprar algo para la cena pero justo en ese momento alguien pasó rápidamente y me aventó una cubeta de agua fría, respiré profundamente por inercia y cerré los ojos instintivamente.

-¿Creías que ya se había acabado, pequeña osa? —Me dijo Nayeon a espaldas mía —No te vas a librar tan fácil de mí...

Escupí un poco de agua que había entrado en mi boca sin querer y sentí demasiada rabia, hace un segundo todo parecía tan bueno como para ser verdad. Por un breve momento se me había olvidado la situación en la que estaba metida, por un momento creí que todo iba a ser mejor pero al final no era así, ella en verdad no me dejaría en paz.

Me quede quieta mientras todos me observaban

De pronto sentí como alguien velozmente azoto su mano con algo viscoso en mi cabeza, el líquido se derramó por todo mi cabello, por su olor y textura, al parecer era un huevo.

No dije nada, ni me inmute, al ver mi reacción entonces  Nayeon dio unos pequeños pasos ligeros hacia mí  y me tiro un polvo extraño que traía en una bolsa. Tosí fuertemente y escupí un poco de lo que parecía ser harina pero nuevamente no hice ni el mínimo esfuerzo de moverme, ni siquiera para quejarme o hacer algo.

-Tch, que aburrida eres —Ella y su grupo me dejaron de lado y se fueron

¿Qué más podía hacer? Aunque hiciera algo, ellos no cambiarían su actitud conmigo... y eran demasiados como para iniciar una pelea, me darían una paliza... lo único que me quedaba era no mostrarles debilidad... no es como si ganara algo haciendo eso pero aunque sea  no les iba a dar el placer de que me vieran llorar, no les iba a dar el gusto de que me vieran suplicar por clemencia.

Y una vez más, estaba ahí, sola, nadie me ayudo, ni me defendió, todos solo me  observaban de lejos, nadie quería meterse en problemas.

Tan solo quedaba acostumbrarme a esto...

Todos en el pasillo siguieron su camino, como si no hubiera ocurrido nada

Ajuste mi mochila con cuidado y me dirigí a la salida, ni si quiera me preocupe por limpiarme. Solo quería llegar a casa y descansar. Estaba abatida.

Aunque principalmente triste, quería llorar pero ya no quería llorar, no quería parecer débil tan solo anhelaba parar de  sufrir... quería descansar, cerrar los ojos y dormir  por un largo tiempo, quizás una semana...  quizás un año o por lo menos toda la vida.

Dormir era la única escapatoria a mi miserable vida.

Rumbo al apartamento, las personas me miraban con lastima, otras con asco e incluso algunas se reían de mí, quería que se detuvieran, quería esconderme de sus miradas

Llegando al apartamento, abrí la puerta y deje caer la mochila en la entrada, todo el camino fue una experiencia detestable. Iba a colapsar y tumbarme ahí mismo cuando divisé a Irene al otro lado del cuarto viéndome fijamente

Con lo que había sucedido se me había olvidado por completo que Irene me estaba esperando

De pronto, caí en cuenta de cómo lucia y que mi aspecto debía ser un completo asco,  me sentí sucia y deplorable, no quería que me viera de esa manera. No dijo nada y se aproximó con lentitud hacia mí, todo parecía una ilusión y cuando recapacite, quise darme la vuelta y salir corriendo de la casa pero ella me sujetó del brazo

Y nos quedamos así un buen rato, yo sin girar a darle la cara y ella solo sosteniéndome del brazo

-Seulgi... yo...

-Está bien, n-no lo digas Irene... —Mis palabras salían entrecortadas

De entre tantos escenarios imaginarios, jamás pensé que viviría uno igual, me sentía un ser despreciable a lado de Irene. De repente ella tiro fuertemente de mi para que le dirigiera la mirada, quise mantenerme fuerte pero no pude aguantar su gentil mirada y me derrumbe a sus pies pero ella no aflojó su agarre de mi brazo y se hincó en frente de mi sin soltarme

-No tienes por qué explicarme por qué vienes así... —Me miró tranquilamente con una sonrisa

Para ser sincera tuve un sentimiento agridulce, su amabilidad me hacía sentir peor de lo que ya me sentía

No me quedo de otra más que dejar ir un fuerte suspiro y asentir con la cabeza mientras mis lágrimas se derramaban por mi rostro

En ese instante me soltó para así abrazarme y por desidia intente zafarme de su agarre

-Irene, no... e-estoy sucia, déjame limpiar primero —Pero no se movió

-Shhh... Está bien... no me molesta ensuciarme un poco —Dijo  carraspeando levemente su voz y entonces solo le correspondí.

Cerré los ojos sin apuro y me deje embriagar por la calidez de su tacto y su apacible aroma. No se por cuánto tiempo estuvimos de esa manera pero deseaba dentro de mí que eso momento nunca acabará.

Until We Meet Again [Seulrene]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora