Gamer's (YoonTae ~ TaeGi) Adaptación propia

Capítulo 7~Agradecido supongo

Lunes 7:45h

Tan solo veo el tráfico moverse a mi alrededor mientras en mis auriculares suena lo más fuerte posible "Nevermind" de Agust D. Es terriblemente enfermizo como una canción puede explicar tus sentimientos, tu vida, simplemente a ti.

Un niño pequeño de apenas 10 años no me ha quitado la vista de encima desde que ha subido al autobús. Verdaderamente desde que he subido nadie me la ha quitado de encima.

El hematoma que ha rodeado todo mi labio por su parte derecha inflamado aún haciendo que hablar sea complicado, el moratón que deja ver el apósito y venda que tapa la cicatriz que hay sobre mi ceja izquierda y mis nudillos algo morados y pelados son los causantes de las caras de todos los componentes que suben y bajan del autobús.

Mi primo junto a Hyuna me encontraron a varias calles del hospital todavía agitado por haber tenido que correr a pesar del dolor que sentía en ese momento. Lo peor de la vuelta a casa, del domingo doloroso encerrado en casa, no fue otra cosa que el silencio que mi primo me procesaba.

Necesitaba que reaccionara, que me chillara, que me riñera, que dijera algo...mas solo me curó las heridas, me dio un calmante y me dijo que me acostara. El domingo ni me miró a la cara y cuando por fin se dignó a hacerlo fue bien entrada la tarde tras recibir una llamada por parte de Jin por lo que pude escuchar.

Sus palabras fueron rápidas y concisas: "Busca una excusa para cuando mañana vayas a clase y prepárate porque llamaré a tu padre".

Hyuna nos miró sin entender nada de lo que había dicho su amigo y fue la más cuidadosa conmigo. Quiso saber la historia, el motivo, quiso saber algo. Y me cuidó, curó y me ha dado ánimos esta mañana antes de irse a trabajar.

El bus gira para dirigirse a la calle del instituto y me incorporo para acercarme a las puertas tras pulsar el botón para indicarle que se detenga en la siguiente parada. Miro en el pequeño reflejo de las puertas mi aspecto. Quitando los moratones ya descritos mis ojos brillan cansados, mis pantalones de chándal negros van junto a mis zapatillas de deporte blancas y la sudadera roja está cubierta por una gran chaqueta de deporte de color gris de la cual coloco la capucha cubriendo así mi pelo y parte de mi rostro.

Las puertas se abren y bajo con un pequeño salto para encaminarme a la entrada donde supongo deben de estar mis amigos. Veo a Nam entre los matorrales que cubren el patio delantero, con forme más me acerco puedo distinguir a Jimin, BamBam, Nayeon y Mark. Los cinco miran a una dirección. Presto atención al resto de grupos y todos, hasta Jennie y sus amigas, miran el mismo punto.

Adelanto el paso para rodear el punto de sus miradas, todos observan a Jin, Tae y dos amigos más suyos bajando del coche del primero. Puedo ver que el único intacto de golpes, cicatrices y moretones es Jin que encabeza el grupo de chicos. Paso por su lado agachando la cabeza, no quiero llamar la atención.

Pero la suerte nunca está de parte de alguien como yo. Mi hombro choca con el de alguien más y como un efecto secundario en cadena la capucha de mi chaqueta cae por completo dejando que el dueño del hombro chocante vea mi rostro magullado.

Los ojos de Tae son fríos, duros y demuestran rabia hasta que mira mis heridas delicadamente, con la misma mirada de arrepentimiento del sábado por la noche. Me fijo en su frente donde solo descansan un par de puntos y de donde el sábado salía tanta sangre roja carmín, en su labio con un corte pronunciado y en su ojo completamente de color morado brillante acompañando los puntos chinos de su ceja.

Si todos los grupos estaban en silencio viéndolos a ellos llegar ahora se habían quedado estáticos, parecía que el mundo se había detenido esperando un nuevo movimiento desencadenante del resto.