Gamer's (YoonTae ~ TaeGi) Adaptación propia

Capítulo 10~Play the game

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Domingo 00:35h

Ni una palabra había sido cruzada desde la salida de casa de Jimin. La tensión sexual era palpable a pesar de la distancia entre los dos asientos del coche de Tae el cual ya había sido reparado y quedado como nuevo.

Su mirada viajaba incontables veces a mis piernas cubiertas por el vaquero que apretaba y marcaba mis muslos y el deseo que reflejaban sus ojos era más que detonante de mi propio deseo hacia él.

Subir las escaleras de casa no me había resultado tan largo tiempo perdido como esta noche así que una vez en el portal decidí iniciar el juego.

-Tae. -Lo llamo y sus ojos marrones dejan de mirar las escaleras bajo sus pies y se gira para verme pues subía detrás de él. -¿Has subido alguna vez corriendo estas escaleras? -Su rostro refleja negación y confusión por mi extraña pregunta mientras paso cerca de él, rozando nuestros cuerpos, hasta adelantarlo. Retiro mis zapatillas de mis pies con un rápido movimiento y de nuevo sus ojos recorren mis piernas morenas y se detienen en mi trasero.-Corre jugador. -Susurro en su oído antes de salir disparado escaleras arriba.

Sus fuertes pasos me persiguen mientras llego antes a la puerta y abro estrepitosamente la misma, dejando que choque bruscamente contra la pared cuando sus brazos me rodean por la cintura y sus labios buscan con desesperación los míos. Juego con los suyos, proporcionándoles pequeñas succiones mientras cierro la puerta con una ligera patada.

Nuestros pasos por la entrada y el salón son torpes y podría jurar que hemos tirado más de un objeto por el camino, pero el placer que me produce la huella caliente de su mano por debajo de mi camiseta en mi espalda baja es una sensación que me hace opacar el resto.

Me retiro de sus labios cuando mi espalda choca contra la pared del pasillo que lleva a la cocina y habitaciones y lo miro a sus ojos. Están en llamas como los míos. Rodeo su cuello con mis brazos y sonrío, sus labios me devuelven una de sus típicas sonrisas picaronas que tenía tantas ganas de devorar. Sus manos viajan de nuevo a mi cintura y me levanta fácilmente para hacer que rodee su cintura con mis piernas dejando que tire de su pelo entre mis dedos hasta echar su cabeza hacia atrás, aprovecho la posición de su boca abierta y cuelo sin más mi lengua dentro de esta lamiendo la suya.

Sus manos aprisionan mis glúteos mientras entramos a mi cuarto y me deja caer en la cama de espaldas. Está de pie frente a mí disfrutando la escena que ve. Me pongo de rodillas todavía sobre el colchón y comienzo a besar y succionar su cuello escuchando como su respiración se acelera y desabrochando su camisa para quitarla sin que si quiera se de cuenta. Sus zapatillas vuelan por la sala cuando me separo de él para retirar mis pantalones y sin que le dé tiempo a hacer más comienzo a desabrochar los suyos pantalones.

Las yemas de sus dedos acarician mi columna vertebral mientras retira mi camiseta, una vez fuera tiro de su nuca para acercarlo a mí haciendo que se tumbe sobre mí en la cama. Sus manos recorren mi cuerpo con una suavidad que solo sé describir como extasiarse y lujuria desenfrenada, parecemos unos necesitados. Mis manos a cambio se clavan en su espalda cuando comienza a besar mi cuello y clavícula derecha. Ríe en mi cuello cuando un suspiro tendido escapa de mis labios. Fuerzo su rostro para volver a besar sus labios con frenesí y bajo mi mano hasta que entra en su ropa interior. Está duro.

-¿Todo esto es por mí Kim?-Su voz ronca por la situación ríe antes de meter en un rápido movimiento su mano en mi ropa interior inferior, dejando uno de sus dedos apretando en mi agujero.

-¿Y todo esto es por mí Min?- Se refiere a las contracciones de mi anillo y río de vuelta antes de sentir como introduce uno de sus dedos en mi interior y comienza a masajear mi zona produciéndome esos temblores y escalofríos que me encantan. -¿Tienes lubricante? -Asiento con la cabeza, sale de mi interior y me incorporo un poco para coger el bote que tengo bajo los pies de mi cama; una vez se lo tiendo vuelvo a tumbarme sobre la cama.