uno

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Sol.

— amor ya fue, no importa, vamos que estamos llegando tarde, ponete cualquier otras zapas si tenés un montón y todas te quedan re facha
— apuré a mi novio mientras lo observaba, estaba enojado buscando su par de zapatillas Jordan. Ya tendríamos que haber salido de su casa hace un buen rato, si es que queríamos llegar en hora.

Dios mio, yo no sé que tanta insistencia por esas zapatillas en especial, si tenía como 30 pares más... Que caprichoso del orto.

— Sol ¿vos no estás entendiendo que me quiero poner esas zapas? Un huevo me salieron, ni en pedo salgo vestido como un villero y menos a una joda que organizaron los pibes
— respondió con aires de grandeza mientras me miraba con una expresión de enojo en el rostro, me había hablado verdaderamente mal.

— ¿Ya vas a empezar con esas boludeces? ¿Sos idiota? Seguro, no ponerte justo esas zapatillas te va a convertir en un villero, ni dos dedos de frente tenés, mateo.— suspiré ya harta de sus escenas, hablándole mal como él lo acababa de hacer conmigo.— ¿cuántas veces discutimos por esto ya? ¿Cuántas veces, eh? Decime— lo miré a los ojos con mi mejor cara de orto, presionandolo para que me conteste, pero no decía nada.— dejá de ser tan clasista, Mateo, por favor, es horrible que seas así, nadie es más que nadie por tener más.— volví a hablar ya qué no recibí respuesta por parte suya.

— Capaz que vos pensás eso y está bien, qué sé yo, pero la verdad que yo si creo que tener más te hace más que los demás. No me cabe ir vestido corte villero a una joda que van todos los pibes que tienen plata, sin las zapas siento que lo que tengo puesto es una verga, listo.— respondió sin más, evitando la pregunta que hacía alusión a nuestras discusiones por este mismo tema, las cuales vienen ocurriendo diariamente en este último tiempo.

Al escuchar esas palabras salir de su boca, quedé atónita, no podía creerlo. Apreté mis labios con fuerza para contenerme de iniciar una discusión, porqué sabía que si le respondía algo, no iba a ser para decirle cosas lindas... Y conociéndolo, él no se quedaría callado tampoco.

Pero... ¿Este wachin estaba hablando en serio? ¿A quién se le pasan ideas tan estúpidas por la cabeza?. Me costaba creer que mi novio pensara de esa forma, esa clase de cosas tan crueles y egoístas. De verdad que me dejaba helada. Esta no era la persona con la que yo me puse de novia hace tiempo.

Realmente lo intenté, intenté respirar hondo y controlarme, pero no podía, no podía quedarme callada, exploté.

— ¡¿Qué mierda decís?! — expresé con bronca acercándome más a él, mientras que a la vez, le hacía montoncito con mi mano.— ¡me tenés harta, HARTA!. ¡Siempre con tus etiquetas y tus prejuicios de mierda! ¡¿cuándo verga pensás cambiar?!
— grité, mientras lo miraba a los ojos fijamente. Esta situación me tenía desbordada hace tiempo, pero aún así, yo lo amaba de verdad.

Más bronca me daba que le esté gritando en la cara y no me respondiera nada, supongo que sabía que tenía la razón. Sólo me estaba viendo, la única expresión que había en su cara era una sonrisa soberbia ¿acaso me estaba tomando el pelo?

— Basta sol, basta, ya está, no me rompas más la pija. Dejá de ser tan cargosa un toque, flaca— se alejó de mi, ya que como dije antes, estaba gritándole en la cara. seguido a esto se pasó las manos en su rostro a modo de "estrés" y luego tomó un par de zapatillas Adidas, las cuales estaban tiradas por todo el revuelo que había hecho en busca de sus jordans.— ¿me calzo y vamos?— preguntó intentando que las cosas se calmaran, pretendiendo qué dejaría pasar por alto lo que acababa de decirme recién.

Pero no, claramente no iba a hacerlo. Y él lo sabía, claro que sabía que algo iba a responderle.

Encima ¿Yo era la cargosa?...

materialista | truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora