Poemas a Lolita.

Alma joven.

En qué te has convertido, mujer hipócrita.
Dónde quedaron tus malos modales y tus tantos bailes cuando sonaba la vitrola.

Cómo es que te han sacado de tu molde para moldearte a su antojo.

Dónde ha quedado mi pequeña lolita.
Tantos años hablándote de la termodinámica, explicándote por qué la entropía tiende al caos y ahora resulta que estás estática.

En qué te has convertido, mi mujercita. Me recuerdas a tu madre.

Dónde ha quedado tu alma joven, tu risa de niña, tu complicada e imposible forma de querer. Dónde están esos bailes que hacían latir mi corazón al compás de tus pasos, a tu antojo, a tu música.

Desapareciste, Dolores, te subiste al coche de sabe Dios quién, para regresar apagada, imperfecta, casi muerta. Regrésame la mejor parte de ti que has arrojado al abismo.

Has limitado tus capacidades y te has convertido en un ser opuesto a ti, en eso que odiabas y se asemejaba a tu progenitora.
Ya no brilla tu sonrisa y la has reducido a una simple línea seriamente recta.

Te has comido el mundo para ahora vomitarlo en mis zapatos.

Lolita,
vida desgastada, alma en pena.

Te abriste unas heridas que no podremos sanar jamás.