best mistake [h.s mature]

extra: the restaurant

POR QUE USTEDES LO PIDIERON
este capítulo se sitúa aproximadamente entre el capítulo de "i love you" y "good luck, daddy" lol. Cuando Harry y Rose apenas comenzaban la relación.
»BTW. VAYAN A LEER LORELEI ES MI NUEVA FIC Y ESTOY TAN EMOCIONADA POR QUE LA LEAN PORQUE YO LA AMO
»Y LEAN LA NOTA AL FINAL DEL CAPITULO ES IMPORTANTE Y LES CONVIENE LOL
thank u
enjoy x

—La felicidad, chicos, es algo bastante... filosófico— el señor Styles... Harry comenta. Estaba parado frente a todos nosotros, llevaba puesto su típico traje formal y estaba bien peinado. Ladeo levemente mi rostro y arrugo mi nariz ante su comentario—. Si aunque no lo crean, todo en esta vida esta lleno de filosofía, pero la felicidad es un tema central en esta rama, ¿a qué me refiero con esto? Que la felicidad depende del marco de referencia desde que lo miremos. Por ejemplo, quizás para alguno de ustedes la felicidad se encuentra en ir de compras, obtener por fin ese teléfono que siempre desearon, esos zapatos que veían cada vez que caminaban por el centro comercial pero nunca pudieron comprar, ¿no?— pregunta y miro a mi alrededor, notando como algunos chicos asentían.

Era increíble como Harry lograba captar la atención de todos, se había ganado su respeto con tan poco tiempo en la escuela... O quizás simplemente era porque esta muy bueno.

—Pues mientras para algunos de ustedes eso es felicidad, para otros felicidad es el simple hecho de despertar cada mañana, de poder ver el paisaje de su ciudad, de escuchar la música de la radio. La felicidad está en todos lados y está para todos, no hay respuesta mala cuando te preguntan que es felicidad para ti, simplemente respuestas diferentes. Si para ti la felicidad es una persona, un olor, un sabor, un momento, ¡esa es tu felicidad y nadie tiene el derecho a entrometerse en ella! Nunca deben dejar de buscar en su vida, esas pequeñas cosas que los hacen felices, completos, en paz. Porque, escuchen bien, chicos: si no tienen felicidad, no tienen nada. Están perdidos. Para el momento en que dejaron de encontrar aquella razón de satisfacción, de bienestar o dicha; dejaron de vivir y comenzaron a simplemente existir.

Trago saliva y siento un escalofrío recorrer mi espina dorsal cuando menciona la última frase. Demonios, tiene toda la razón. Harry sigue dándonos una plática sobre la felicidad, virtudes y valores, y creo que jamás había aprendido tanto en una clase de ética. Esas clases siempre suelen ser aburridas y de relleno, pero él lo hace simplemente... Asombrosa. Una vez el timbre suena, todos comenzamos a guardar nuestras cosas para que luego comiencen a aglutinarse en la puerta de salida. Una vez con mi mochila en el hombro, me levanto en mi propio ligar y espero a que la gente comience a salir.

—No es por nada, pero ese hombre sabe como prender a todos. Digo, yo pienso que incluso los hombres tienen fantasías con él— Liz murmura en mi oído, arrugo mi nariz y la miro—. Es muy caliente, tenemos que admitirlo— susurra y yo siento mis mejillas sonrojarse. Miro de reojo al escritorio de Harry y noto como él seguía firmando unos papeles. Y no puedo dejar de pensar en lo sucedido hace algunos días, cuando me dijo que me amaba, cuando hicimos el amor. Trago saliva y suspiro.

—Es perfecto— respondo en un susurro, mi amiga golpea mi hombro y suelta una pequeña risa traviesa. Entonces me toma del brazo y jala de mi hacia la salida.

—Gracias por la clase, profesor Styles— Liz murmura con cierto tono juguetón y yo no evito morder mi lengua, intentando no reír. Harry alza su mirada hacia nosotras y sonríe, mostrando sus dientes.

—Pasen una buena tarde, señoritas.

Y Liz nunca habría imaginado que en realidad esta misma tarde, Harry me había invitado a comer junto con él. Mientras caminábamos, Liz hablaba sobre Luke y sobre como se sentía en la relación extraña que tenían. No eran novios, pero cogían, se celaban, salían a muchas citas y se decías cosas lindas... ¿A qué me recuerda todo esto? Me despido de Liz en la salida y yo comienzo a caminar hasta el auto de Harry, en el cual coloco la clave que él me había mandado por un texto, en la manilla de la puerta y por consecuencia, la puerta se abre solo para mi. Me introduzco y respiro el fuerte aroma de su loción mezclada con un poco de tabaco y whisky. Cierro el auto y bajo el espejo para poder verme. No quería que Harry me viera algún moco o lagaña, que vergüenza.