The Death -Ziall

Capitulo "IX"

Era curioso como Niall sentía compasión por su amigo, el pobre niño tenía cáncer también, la única diferencia, Niall no era conocedor de su estado y el niño si

En veces Niall podía apreciar la depresión que presente en los ojos del niño siempre estaba, opacando sus hermosos ojos cafeses, cual hoja seca de otoño, cayendo al frio suelo en un ruido silencioso, escuchaba las tristes palabras del infante, deseando siempre ser otra persona, no tener cáncer y estar atrapado entré cuatro paredes aburridas donde no puede hacer nada por salir, es un niño, su gran deseo debe ser jugar, pero el de él, su gran anhelo, ser una "hermosa hoja de papel"

Pues le gustaba tanto ese cuento, que le pedía a su amigo, Niall, se lo contase antes de dormir, siempre emocionado por el cuento que, a pesar de no tener el final más feliz, le gustaba

Esta vez, como todas aquellas veces, Niall cerraba el pequeño libro con cuidado y se recostaba en la cama junto a su amigo quien, en un mal estado físico, debía estar siempre pegado a la cama y con cables por todos lados "te da miedo morir?" pregunto finalmente Niall, esperando no asustar al pequeño infante quien se acomodó en la cama recibiendo a su amigo a su lado "no, lo que Me da miedo es pasar mis días aburrido mientras estas cosas se alimentan de mi" respondió rascándose una de tantas agujas adheridas a su brazo

"y que quieres hacer?" "no lo sé, hay muchas cosas, encontrar todos los pokemones, conseguir los comics de Batman, tener un Batimovil, ser un cacahuate, o una hermosa hoja de papel blanca" Niall amplio su sonrisa "...pero lo que más deseo, seria salir de esta aburrida habitación y jugar a las escondidas contigo, Nialler"

Este observo como un brillo de emoción pura destellaba en los inocentes ojos de aquel niño que le hacia su estadía menos deprimente, ambos se ayudaban de cierta forma, pues eran los únicos amigos que tenían "te parece jugar aho..." comenzó a proponer Niall antes de ser interrumpido por el rechinido de la puerta que al abrirse, dejo ver un delgado morocho con vestimenta de conserje, que, ilusionado y algo nervioso al chocar miradas con aquel chico que le comía en curiosidad, trato de buscar palabras para decir, pero antes de encontrar las adecuadas, el contacto se perdió, pues ahora Niall cerraba la puerta de la habitación dejando al conserje y a su único amigo solos

Estos no decían nada mientras Zayn limpiaba y el infante le observaba detalladamente con cautela "te gusta Niall?" soltó de la nada, haciendo que el morocho se ahogara con el polvo que barría bajo la cama " Niall?.." "sí. Niall, el castaño que acabas de correr" "yo no lo corrí, él se fue... Siempre lo hace" pronuncio lo último con una mueca "lo sabía!, si te gusta!" el infante comenzó a reír al presenciar un rojo carmesí apareciendo salvajemente en el rostro del conserje "no! No es así, y no Me hables, que no sabes que es malo hablar con extraños?, acaso quieres que te ofrezca dulces con droga?" "está bien, me llamo Henrry" pronuncio estirándole la mano a Zayn, este la tomo "Zayn..." "genial! Ya no somos extraños, y Niall si te gusta, no es bueno mentir, soy un niño, pero no soy estúpido, sé que te gusta" " y si Me gusta que?" "pues yo tendría razón, tu serias un mentiroso, y, te diría que, Niall viene aquí todos los días a contarme cuentos y jugar, podrías venir y toparte con el de nuevo por "accidente"

Zayn rio con picardía "no, niño, ya me voy" respondió finalmente tomando la perilla de la puerta para salir junto a sus cosas " está bien, pero solo para que sepas, Nialler escribe las historias que nos cuenta, y hay una muy interesante de un chico castaño que se enamora perdidamente de un chico morocho, si yo fuera tú, leería ese cuento" propuso el infante con picardía, causando que la curiosidad se comiera al morocho más que nunca

"no es que me importe, pero, sabes dónde guarda sus cuentos?" el infante sonrió satisfecho y decidió no responder para, hacerle un favor al darle más enjundia a la situación y, Zayn molesto se fue

Yo me quede un momento más con el infante, sintiendo sus sentimientos, escuchando sus pensamientos, comprendiendo sus planes y, hacer que sienta mi presencia de nuevo