Cápsula del tiempo...

Grabación 1

- Linky, ¿Tienes la cámara encendida? -preguntó a Lincoln que tomó la cámara para empezar a grabar.

- Sí, me olvidé de quitarle esta tapa -dijo mientras le quitaba la lente negra que cubre la cámara.

- Bueno es el año... en realidad lo que importa es que es el año de Lori y sus hijos... es veinticuatro de diciembre -dijo con mucha alegría.

- Te olvidaste de mí amorcito -le dijo Lincoln que estaba tras la cámara.

- Tienes razón amor, la Navidad de Lori, su esposo y su familia -dijo sonríendo muy feliz-. Ahora nos toca mostrarles a mi familia en esta Navidad.

Ambos bajaron del ático y fueron a las habitaciones de sus hijas e hijo.

Se dirigieron a la primera habitación, la que alguna vez fue suya y de su hermana Leni.

Se encontraba una chica de cabello rubio colocándose su suéter con ayuda de su hermana de cabello castaño y largo.

- Loan, Lyra, saluden a mami y a papi -dijo su madre mientras saludaba a sus hijas y le decía a Lincoln que enfoque a ellas.

- H-Hola m-mamá y pa-pá -dijo con su notoria actitud de nervios y desconfianza consigo misma.

- Mamá, papá, ya no somos niñas -dijo con algo de enojo Lyra a sus padres.

- Hija, todavía recuerdo cuando tocaste el violín de pequeña y Loan te apoyaba para que no desistas -dijo haciendo un gesto de ternura.

- Pero eso ya pasó, ahora tengo mi banda de rock con la cual tocaré después de Navidad y Loan me acompañará -dijo eso con una sonrisa.

- ¡¿Q-Qué?! -dijo eso sorprendida Loan al escuchar a Lyra.

- Esa es la actitud Loan, tengan sus suéteres para la foto, vamos a ver a sus demás hermanos, nos vemos abajo -dijo eso mientras se iba con la cámara a la siguiente habitación.

- Y ellas son mis dos primeras hijas de diecisiete y dieciséis años, son muy unidas aunque no lo parezca -le hablaba a la cámara la rubia madre.

Lori tomó del brazo a Lincoln y se dirigió al siguiente cuarto, donde se encontraban tres de sus hijas.

- Liena, Liby y Lupa saluden a papi y mami -dijo Lori al verlas juntas conversando.

- Hola mamá, hola papá -dijo la chica de vestido verde y chaqueta jean con su mirada tierna.

- Mamá, papá, suficiente tenemos con las cámaras de tía Luan y tía Lisa, pero da igual, hola -dijo la chica de frenos sonriente a la cámara.

- Lupa... ¿No dirás nada? -dijo Lori tratando de que su hija hable.

- Ah... Hola... -dijo con su mirada seria y sin querer expresar otra cosa.

- Vamos nena, saluda a papi y a mami -le dijo Lincoln a su hija que era albina como él.

- Piérdete papá -lo dijo con seriedad.

- En fin, esas son mis hijas de quince, catorce y diez años... ¿De qué hablan niñas? -preguntó su madre con curiosidad.

- Pues que si es mejor sembrar más flores en el jardín o comprar de utilerías -dijo Liena muy sonriente-. Yo desearía que sean sembradas pues dentro de unos días iré a visitar a los niños sordos y mudos, les agrada que les lleve eso y que aprenda su idioma de señas.

- Yo creo que debería ser de utilería para hacer bromas y que rían -dijo la pelinaranja con frenos.

- Yo solo las escucho porque es mi habitación también -dijo con un rostro de pocos amigos.