Imaginemos por un momento en que existiera un caramelo con cuál al comérnoslo, acto seguido de metérnoslo en la boca olvidásemos algo de nuestra vida, algo que nos duela tenerlo en nuestra mente constántemente.
A medida que el caramelo se va deshaciendo, en nuestra mente los efectos van creciendo y las ganas de ser feliz se ven a simple vista, hasta de aquél que aún no conoces.
A partir de ahí, decides comerte uno de esos caramelos cada día en el que te veas desbordado, y la verdad, es que ves un gran progreso en tú vida, por fin ves salida a tus problemas y ya no hay más días de lluvia a penas
Y un día decides probar un chicle del mismo fabricante, y aún que al principio no sentías nada, a medida que el chicle va soltando sus sabores más intensos e increíbles que hayamos probado nunca, notamos cierta concentración y aumento de creatividad y constante beneficio propio e incluso ajeno.
A partir de ahí, empiezas a comprar e informarte más profundamente de los productos de este fabricante para ir probando experiencias.
Despreocupado del tiempo te empiezas a dar cuenta de que tantos caramelos, chicles, y otros productos, te han cambiado tanto que ni si quiera tú, te reconoces al mirarte a un espejo.
Los caramelos, le daban luz a tu corazón pero dejaban a oscuras a tú cerebro.
Los chicles, te llenaron tanto la cabeza de pajaritos que creíste volar, e incluso llegar a ser el pensador del año, olvidando por completo tu miedo a las alturas.
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Libertad De Expresión.
SpiritualRelatos en los que expreso mi aprendizaje con algunos momentos que todos vivimos hoy, viviremos mañana o hemos vivido en un pasado que a veces pareciera que fuese ayer.
