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Jeongguk siempre se había caracterizado por ser un chico introvertido, silencioso y tímido, era bastante reacio a las muestras de afecto, pero siempre, siempre terminaba aceptando los cumplidos y palabras bonitas de Jimin después de quejarse y bajar la mirada, para después suspirar y sonreír levemente para que no lo descubrieran, pero el mayor siempre se daba cuenta.
Podía recitarle los sentimientos, profesar sus anhelos y pensamientos, contar los acelerados latidos de su corazón y guardar bajo llave su suave risa que pocas veces le había dejado escuchar.
Era un hombre maravilloso.
Es por eso que, luego de observar todo el lugar con rapidez, su mirada volvió a él, llamándolo inconscientemente. Es por eso que no podía dejar de decírselo.
━ Jeon Jeongguk, ¿alguna vez te han dicho lo hermoso que eres? ━preguntó entre suspiros, mirando su rostro concentrado frente a él.
Se veía tan lindo frunciendo el ceño y haciendo un puchero tratando de comprender toda aquella información que el libro le ofrecía.
Esta vez se encontraban en la biblioteca una tarde de domingo. Jimin no tenía nada qué hacer en particular allí, pero lo había acompañado a estudiar porque según él: alguien tan precioso como Jeongguk, no debería estar solo, en vez de aprovechar para estar con sus amigos, aunque poca importancia le dio, estaba feliz por poder acompañarlo. Y como siempre sucedía, Jeongguk le había regalado un precioso sonrojo que derritió su corazón; su dulcecito de miel era tan tierno que solo quería abrazarlo.
El menor gruñó ante lo antes dicho, cerrando los ojos por un momento, pero sin moverse siquiera un poco. Jimin sonrió, sabiendo que se comportaba así porque le apenaba recibir tanta atención.
━ Sólo deja de hacer esos comentarios, Jimin. ━rogó con un pequeño puchero y el ceño fruncido. Levantó la mirada del libro y lo miró fijamente ━Esta prueba es muy importante y necesito concentrarme.
Jimin suspiró, apoyando su codo sobre la mesa y posando el costado derecho en su mano.
━ Tú eres tan inteligente ━susurró cuando la bibliotecaria le dio una mirada de advertencia por el tono alto que estaba utilizando ━, yo sé que tú podrás.
━ Podré si me dejas estudiar. ━reprochó, pero su voz estaba lejos de sonar molesta.
━ Jeonggukie... acepta que te gusta que te haga mimos. No tiene nada de malo.
━ Son malos cuando son una fuente de distracción.
━ Está bien... lo que sea por mi chico favorito ━murmuró por lo bajo, recostando su cabeza en la mesa, pero sin dejar de observarlo.
━También deberías dejar de verme.
Jimin negó con sus ojitos somnolientos.
━ Ese es un pedido imposible para mí cuando te tengo cerca, chico dulce ━contestó entre balbuceos, acariciando la superficie de la mesa con sus dedos.
Jeongguk gimoteó, deslizando su cuerpo de la silla.
━ Esos apodos son demasiado cursis.
━ Tú me haces cursi, Jeonggukie...
Los lindos y oscuros ojos de Jeongguk lo miraron fijamente, haciéndole sonrojarse. Su chico favorito tenía la mirada bastante penetrante cuando quería tenerla.
━ Deberías escribir más y hablar menos.
━ ¿Y por qué no...? ¡Escribirlas y decírtelas! ━vociferó, cubriendo su boca con ambas manos cuando los presentes en la biblioteca lo miraron y la bibliotecaria lo fulminó con advertencia━, lo siento...
━ Porque no ━murmuró sin volver a mirarlo━, es... nada. Seguirás haciéndolo de todas formas, ¿cierto?
Jimin asintió eufóricamente.
━ No lo dudes.
Jeongguk parecía haberse dado por vencido cuando relajó su postura, dejó caer sus hombros y sonrió levemente.
━ No te haré cambiar de opinión -afirmó, pues sabía lo insistente que Jimin lograba ser en muchas ocasiones.
━ Jeonggukie... alguien tan hermoso como tú siempre debe ser elogiado, todo el tiempo... hasta el final de los tiempos ━susurró, dando por terminada la conversación.
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