Una vez en un libro, había leído esa frase. Pero le pareció absurda porque estaba enamorado y le parecía maravilloso.
Porque ella iluminaba su mundo cuando sonreía.
Porque su voz era la cosa que mas le gustaba en el mundo.
Porque, cuando la miraba a los ojos, se enamoraba mas y mas.
Porque, antes de darse cuenta, antes de poder hacerle caso a la razón, ya se había enamorado de ella.
Y dolía. El muy bastardo sentimiento dolía.
Pero ella no lo quería, o al menos, no como él la quería.
Y ella se marcho. Porque estaba enamorada y era egoísta. Se marcho y eso sí que dolió.
Y dejo tras de ella su corazón roto y sus ojos inundados de lagrimas. Y su sonrisa muerta. Porque ya no sonreía. Porque ella era la razón de su sonrisa. Y ya no dormía. Porque ella se llevo su paz y tranquilidad.
Y se ahogo en sus lagrimas hasta que se durmió.
Y sueña. Sueña con sus ojos bonitos. Y la forma en la que la comisura de sus labios se eleva cuando sonríe. Y sueña en lo bonito de su risa. Y lo dulce de su voz. Y sueña con lo suave de su piel. Y lo delicado de su tacto sobre él. Y sueña con su mirada intensa. Y sueña que lo quiere. Sueña, que nunca se marcho.
Sueña, que caminan juntos agarrados de la mano por la calle. Y que se quieren. Y que sonríen. Y que todos los envidian. Y que prueba lo dulce de sus labios.
Sueña. Con ella. Siempre con ella.
Porque ahora ella solo esta en sus sueños. Y llora cada noche. Y luego sueña.
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Pensamientos de medianoche.
Teen Fiction"Pensamientos inconclusos, momentos oscuros, el corazón oprimido y las lagrimas atoradas en la garganta. Un nudo constante en el pecho, el aire asfixiante y el calor sofocante. La oscuridad absorbente. Historias sin sentido. Comienzos a medio acabar...
