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Jimin: apartamento 209
Suga: apartamento 210

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Su mejor amigo acababa de mandarle un texto donde le pedía disculpas por cancelar su salida, es que su novio Jin había enfermado y debía cuidarlo. Bufó molesto, otro día más aburrido y sin nada que hacer.

Pensó en ir al cine y ver la nueva película que acaba de estrenar, SpiderMan 3. ¿Pero a quien quería engañar? Sería patético ir solo, su único amigo estaría haciendo de enfermero para su novio, y conociendo a RM no quería saber que métodos usaría para "hacer sentir mejor" a su pareja.

Iría con su novia, si tan solo tuviera una. Y fuera heterosexual.

Pensó en ver una serie pero desechó la idea en el mismo momento que recordó cómo terminó una de sus series BL favoritas. Yu Xi Gu no debió morir, siendo testigo de horas y horas de los capítulos de HIStory 3 decidió que por un tiempo dejaría de ver series. Su corazón no soportaría ver cómo dos chicos que habían pasado por tanto y luego de tantos problemas al final no podían estar juntos. Se negaba que fuera un final triste y no feliz como el esperó.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando el sonido de una puerta cerrase se escuchó en el apartamento de enfrente del suyo. Por un momento se quedó congelado en el lugar, pero luego de algunos minutos suaves golpes se escucharon en su puerta. Se levantó con cuidado rezando que no fuera quien creía que era.

Su vecino del 209 era el chico más lindo que podía existir en el mundo. Lo conoció cuando se mundo a las pocas semanas de haber cumplido los veintidós años. Recodó el tacto de su suave piel cuando este estrió su mano para presentarse como su nuevo vecino. Ese día el chico lo ayudo a entrar sus pocas pertenencias y aunque el lugar no era el más grande o el más lujoso, daba la sensación de ser un hogar cálido, así fue una vez que ordenó todo y compraba con sus poco ahorros nuevos muebles para el que sería su nueva casa a partir de ese momento. Las otras personas que vivían allí también eran amables, siempre con sonrisas en sus rostros, la abuelita JinRi que vivía un piso más abajo fue la segunda persona en conocer allí. Esta le había llevado sus galletas con ingredientes especiales como los llamaba ella.

Pero aún pasando dos años no podía dejar en pesar en el chico del 209. RM solía insistir en que lo invitara a salir, pero jamás le hacía caso.  Primero por que ¿tan siquiera era gay? Segundo, si lo fuera quien dice que no tenia un novio de 2.10m de altura con un peso de 90kilos dispuesto a golpearlo por andar de coqueto con su novio. Pero claro aquello no fue excusa para NamJoon quien le golpeó la cabeza diciendo "Si no le hablas imbécil jamás sabrás".

Y aún así allí estaba viéndose en el reflejo de la pantalla de su celular. Acomodando su cabello rebelde, y limpiando cualquier impureza que pudiera existir en su rostro.

Cuando volvieron a golpear supo que había tardado más de lo normal, no quería admitirlo pero su vecino lo ponía nervioso a tal grado que su cerebro dejaba de funcionar y comenzaba a trabarse con sus propias palabras.

Cuando se armo de valor abrió la puerta decidido a decirle a Jimin que dejara de ponerlo tan nervioso-por que si, era su culpa por ser tan lindo- descubrió que quien estaba afuera no era el, si no la abuelita JinRi quien al verlo le extendió un recipiente con mucho cuidado.

–Oh querido, disculpa si te molesto pero hice muchas galletas y pensaba qué tal vez quisieras algunas–comentó con una dulce sonrisa. 

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