Rm: Alfa gruñón/posesivo.
Jin: Omega terco/rebelde.
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El omega dentro de él ansiaba por saltar sobre aquel fornido y sexy alfa, jugar con el a juegos no apto para menores de edad. Estaba inquieto y eso le ponía los nervios de punta, aquel aroma estaba impregnado en el aire haciendo que su cuerpo reaccionara por instinto. Pero aquel idiota de cabello castaño solo lo miraba con una sonrisa burlona presintiendo lo que le ocurría.
Soltó un gruñido cuando lo vio acercarse a paso lento pero decidido a donde el se encontraba.
–¿Que sucede omega?–su voz sonó peligrosamente cerca de su oído–¿No te enseñaron a respetar a tu alfa?
–Aléjate de mi, y no eres mi puto alfa. Jamás tendría a un idiota como tú dándome órdenes.–su tono de voz fue afilado pero comenzó a ponerse nervioso al ver que el idiota de su compañero comenzaba a presionarlo contra la pared donde estaba. Y si, sabía que ese hombre es su compañero pero no dejaría que este usase su poder de alfa en el.–Deja de acosarme NamJoon, tus padres y los míos están en la sala, si no quieres cenar con un ojo morado te sugiero que des dos pasos hacia atrás.
El nombrado sonrió aún más.
Su cuerpo comenzaba a reaccionar al castaño y no ayudaba que NamJoon estuviera pegado a su cuerpo marcándolo con su aroma. El castaño movió su pelvis dejándole saber cuán excitado estaba, notando que no era nada pequeño.
–¿Puedes sentir como me tienes, bebé? Me vuelves loco, tu aroma dulce y ese cuerpo tan perfecto que tienes hace que mi polla se levante de tan solo pensar cómo sería estar dentro de ti. Pero eres un omega muy malo y debería castigarte.–la boca de NamJoon se acercó peligrosamente hacia su cuello.
–Maldita sea, estupido alfa. Aléjate de mi imb...–un inesperado gemido salió de sus labios cuando la boca del alfa succionó su piel expuesta.–Espe-ra.. NamJoon n-no dejes marcas..
El aludido hizo caso omiso a su pedido y siguió con la tarea de marcar superficialmente su cuello. Si bien no era una mordida no quería ir al salón donde se encontraban sus padres y los de NamJoon con un chupetón en medio de su cuello. Sus manos tomaron los anchos hombros del hombre, sus piernas comenzaban a fallarles y por más que quisiera alejarlo de su cuerpo parte de su fuerza se había ido en cuanto aquel alfa había cursado la puerta principal de la casa de sus padres.
La razón por la cual no quería que este hombre se le acercara era simplemente por capricho. Era un juego retorcido donde el gran lobo feroz quería cazar a la inocente y delicada caperucita. Pero había un problema, el no era la jodida niña en apuros, el no era inocente. Así que, que mejor hacérselo saber que evitándolo y hacerlo cabrear cada vez que pudiera.
Pero allí lo tenían, sin ningún tipo de fuerza de voluntad para darle su merecido golpe al tonto alfa. Dentro suyo el omega gemía de placer por tener a su compañero tan dispuesto a él, besándolo y marcándolo en varias formas, haciéndole saber a todos quien era su alfa y que no dejarían que lo tocaran. Y eso muy en el fondo le gustaba. Le gustaba tener toda la atención de aquel hombre sobre el, ser el único omega que le interesó al gran alfa Kim NamJoon. Y más le gustaba saber que entre tantos omegas, el lo eligió.
Parte de su cordura se vino abajo cuando su compañero metió una de sus manos dentro de su pantalón y pasó su dedo del medio entre sus nalgas. A ese punto sabía que estaría empapado a con su propio lubricante, ya de nada servía decir que estaba esperando que su alfa se alejara, por que en ese momento quería que lo cargara y lo follara tan duro contra esa misma pared como estaba haciendo ahora mismo con su dedo.
–Tan dispuesto... y sin bóxer. ¿Ya venías preparado, no es así mi amor?–su lengua recorrió la unión de su cuello al hombro.–Te ves tan bien así. Con un dedo mío entrando y saliendo de tu apretado culo...¿quieres que te folle?
–Y-yo.. si alfa tómame–ya no le importaba dónde encontraban ni si este juego había acabado o no, lo necesitaba dentro suyo, la necesidad de que lo follara hasta perder la conciencia era demasiada–Follame tan duro, hazme olvidar de mi nombre..
Giró su rostro para capturar los labios del alfa con los suyos. No fue su primer beso pero sin duda fue uno de los más salvajes y sucios que se habían dado.
Su lengua luchó con la mía por quien tenía el poder sobre el otro. Su polla se sentía caliente a través de sus pantalones, tan grande y llena para su omega. Tanto tiempo imaginándome cómo sería tomar su nudo, sentirme lleno y sastifecho.
Jadeos, respiraciones erráticas y el chasquido de nuestros labios era lo único que se podía escuchar en medio de aquel pasillo donde nos encontrábamos. Otro dedo se unió al primero haciéndome delirar del placer, tanto que no puede contener el gemido que salió de mi boca. A este paso tendría que cambiarme de ropa, entre el lubricante, el sudor y el aroma que aún NamJoon seguía empeñado en impregnarme estaría hecho un lío.
Mis manos fueron al cinturón del alfa intentando apartarlo y así poder tocar lo que tanto he deseado, pero NamJoon me lo impidió. En un abrir y cerrar de ojos lo tenia a dos metros de mi, con pupilas dilatadas y un hilo de saliva en sus labios rojos e hinchados.
–¿Que haces?–pregunté descolocado
–Ese mi querido omega, será tu castigo por ser tan mal educado con tu alfa.–Una sonrisa burlona aprecio en su rostro.–Ahora deberías de cambiarte e ir a cenar con nosotros...Te espero en la mesa precioso.
Con un último beso me dejo allí. Mi cabeza no terminaba de procesar lo que acababa de pasar. El ¿me dejó? ¿¡Así como así!? ¡ESE HIJO DE SU LINDA MADRE! ¡LO ODIO!
–Maldito hijo de...
–¡Jin!.. ¡Jin!!
La voz de mi padre resonó por el lugar y cuando me encontró allí en medio del pasillo con el cabello desordenado, aún con la erección y el aroma de excitacion mezclado con el de NamJoon no pude decir nada.
–Lamento interrumpir su...¿encuentro? Pero tu mamá y los demás esperamos por ti, la cena ya está servida.
Y sin más se fue.
–¡ESTUPIDO ALFA! ¡TE JURO QUE TE MATARÉ NAMJOON!!!
Con el poco orgullo que me quedaba grite de frustración. Ese idiota me lo pagará, juro que lo amarraré a una cama y lo cabalgaré hasta que su puto pene se caiga de tanto sexo que tendrá que darme.
Me arregle como pude y tras tranquilizar mi jodida polla caliente, salí de allí para dirigirme a la mesa. En esta se encoraban mis padres, la mamá de NamJoon con sus mejillas sonrojadas, y su padre viéndome con incomodidad.
Suspire tomando asiento al lado del imbécil que me miraba aún con esa jodida sonrisa. Cuando al fin todos comenzaron a comer y hablar sobre nose que negocio, guíe mi mano por debajo de la mesa hasta llegar a mi objetivo, su polla seguía erecta y un poco de humedad traspasaba su pantalón. Un jadeo solo escuchado por mi salió de sus labios, me miró con el seño fruncido.
Sonriendo me acerqué a su oído para susurrarle...
–Debes saber que esto no se quedará así, mi alfa..
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