Cuenta regresiva

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¡Hola! Este fanfic forma parte del intercambio del grupo Sheith Paradise 2.0 de facebook. Espero y les guste.
¡Feliz Año Nuevo!
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Keith aceptó ir a la fiesta de año nuevo organizada por Matt Holt con la esperanza de recuperar su amistad con Takashi Shirogane.

No era precisamente que ya no fueran amigos, las cosas estaban algo tensas desde que Keith habló de más y con sus palabras hizo sentir incómodo a Shiro. De inmediato quiso disculparse, pero sabía que en ese momento no sería escuchado. Con la sensación de una amistad rota, viajó a la casa de su infancia en Arizona a pasar Navidad con su madre.

Sin embargo, los planes no salieron como esperaba pues su vuelo de regreso se retrasó dos horas y por ende llegó casi tres horas tarde a la casa de los Holt. La puerta no estaba cerrada, entró sin tocar y con la esperanza de que los presentes no repararan en su presencia.

Nadie lo hizo.

No eran muchas personas, todas estaban sonrientes, contagiadas de esa felicidad que sólo el alcohol puede producir. Caminó a la cocina en busca de una bebida, tenía que encontrar a Shiro y hablar con él.

—Miren nada más quien llegó —Lance lo miró divertido con una bebida amarrada en cada mano. Estaba borracho, algo raro porque Lance nunca tomaba por temor a no recordar nada al día siguiente y así no podía molestar a nadie por las tonterías hechas gracias al exceso de alcohol, tal vez tenía que ver con la ausencia de Allura.

—Necesita un trago, ¿no crees? —Matt gritó, la música estaba demasiado fuerte y estaba igual de borracho que Lance, le entregó un vaso con bebida desconocida. Keith lo aceptó mientras buscaba con la mirada a Shiro, no estaba en la cocina, ni en la sala.
De repente se sintió muy triste y la persona más estúpida de la tierra, tal vez Shiro ya se había ido. Tal vez ni siquiera fue a la fiesta.

Keith le dio un trago grande a la bebida, el alcohol le raspó en la garganta y estuvo a punto de vomitar. Lance soltó una carcajada e intentó darle palmadas en la espalda, pero le fue imposible con las manos ocupadas. —Tranquilo, vaquero —Ver a Lance en ese estado le subió el ánimo. Tomó una cerveza antes de salir de la cocina, sobre la música escuchó los gritos de Lance y las risas de Matt pidiéndole que regresara.
Hunk estaba cerca del baño platicando con Shay, Keith quería acercarse y platicar, pero sabía que su amigo planeaba besarla cuando el reloj marcara las 12 y pedirle que fuera su novia. No quería arruinar sus avances.

Así que Keith se sentía fuera de lugar, no quería regresar a la cocina y terminar muy ebrio.
Para su buena suerte, Pidge llegó y lo arrastró a la mesa de aperitivos. —Me imagino que tienes hambre, sé lo cansado que es viajar en días festivos —Y lo era. Keith se comió la mitad de la charola de sándwiches mientras escuchaba a Pidge hablar sobre las mejoras que estaba preparando para el auto de Lance.

De repente la puerta principal se abrió: Shiro entró acompañado de Curtis. Keith confirmó que era la persona más estúpida de la tierra por tener sentimientos por su amigo. Tal vez lo mejor era no arreglar las cosas entre ellos y dejar que todo siguiera con normalidad. Curtis se inclinó a decirle algo a Shiro en el oído, Shiro se tensó y avanzó con rumbo al sótano, Curtis detrás de él.

Tal vez Keith los miró con demasiada intensidad pues Pidge le tomó el brazo y lo miró con pena. —Necesito otra cerveza —mencionó, Pidge lo acompañó a la cocina para ver a su hermano y a Lance, quienes animaban a un sujeto a tomarse tres shots de tequila seguidos.

Cuenta regresiva -SHEITHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora