Transformado en una bestia, tomó la pala y comenzó a cavar. Había roto la lápida; y ahora solo restaba quitar varios metros de tierra de su camino. La lluvia caía fuertemente, sus ropas estaban entrapadas, y ni siquiera sabía porque buscaba a aquella chica.
La había conocido hacía algún tiempo, pero, no le había interesado antes. Ambos estaban ciegos, aunque la ceguera de ella había sido real.
Siguió cavando, más y más, hasta que topó con el féretro. Levantó la tapa, y sacó el cuerpo. Lo cargó hasta su casa, y allí, hizo lo que había estado pidiéndole la otra mitad de su corazón.
ESTÁS LEYENDO
Relatos cortos
ContoMis frases cortas, tus conclusiones apresuradas. #217 en cuento. Registrado en Safe Creative bajo el codigo: 1411262605329