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primero que nada quiero decir que, ya que nadie respondió mi pregunta en el capítulo anterior, los capítulos seguirán siendo más o menos igual de cortos. algunos los haré más largos si se da la ocasión, pero normalmente serán cortitos

Haruka había intentado dormir cuando terminó de comer, pero sus pensamientos no se lo permitían

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Haruka había intentado dormir cuando terminó de comer, pero sus pensamientos no se lo permitían. ¿Que iba hacer ahora? No podía seguir haciendo creer a la gente que se metía en peleas después de que el albino la viese así. Si le pedía a Killua como favor que mantuviese el secreto por más tiempo, el lo haría ¿verdad? Ella no podía dejar que la gente viese a su padre de aquella manera.

Trató también de pensar en cómo y cuándo se marcharía de la isla; no quería que nadie se lo impidiera así que no debía contarle a nadie y debía marcharse cuando todos durmiesen. Necesitaba buscar una forma de pagar un viaje en barco, o siempre estaba la opción de polizón. Pero eso sería su último recurso, lo último que quería era ser descubierta y acabar ahogada en medio del mar.

Al principio pensó en llevarse todo, pero en cuanto viesen que ninguna de sus pertenencias se encontraban donde siempre, sospecharía e irían directamente en su busca. Si veían que todo estaba en su lugar y que ella no aparecía, lo primero que harían sería buscar en el bosque; así que el plan era llevar un par de ropas en la maleta y algo de comida para unos días. Pero lo más importante era conseguir montar en el barco y sobrevivir cuando llegase a tierra.

La tormenta se había incrementado tres veces más, el viento era cada vez más fuerte y los truenos más ruidosos

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La tormenta se había incrementado tres veces más, el viento era cada vez más fuerte y los truenos más ruidosos. Pero no era eso lo único que se oía en los pasillos de aquella casa, los sonidos de la tormenta se mezclaban con gritos. Eran gritos de enojo y cólera. Y parecía que los gritos y la tormenta estuviesen conectados; cuanto más fuerte eran los gritos más se enfurecían los truenos.

Todo aquello causaba angustia en la chica; las tormentas eran insoportables para ella desde que tenía uso de razón, y los gritos no los había soportado nunca. Se sentía demasiado pequeña con ellos, cohibida.

Quiso llamar a alguien, pero sabía que no la iban a oír. Ayudándose de la mesita de noche que tenía a su derecha se puso de pie. No pudo evitar soltar algunos quejidos que, a pesar de haber sido fuertes, no habían sido percibidos por ninguno de los dos chicos.

Andar fue algo más fácil para ella, pero aún así tuvo que andar sujetándose donde podía para no caer. Y en mitad de las escaleras, fue que vio a Killua salir de la casa pisando fuerte y, literalmente, echando chispas. Quiso gritar su nombre, quiso frenarlo, pero la voz de Gon la interrumpió. –¿Que haces aquí? – cuestionó preocupado, corriendo a donde se encontraba. – Se supone que debes estar en reposo absoluto – le sermoneo Gon.

–¿Por qué peleaban? – quiso saber ella, tratando de encontrar la razón del enojo del albino. Gon cambió su gesto de preocupación por una sonrisa, tratando de esconder lo que quiera que estuviesen discutiendo. – No te preocupes, no ha sido nada. Sólo competimos en algo y ya sabes cómo es Killua, no se toma muy bien eso de perder.. – Haruka sabía de sobra que aquello era mentira, una mentira tan grande como la casa en la que estaban. Ella le insistió con la  mirada, tratando de buscar respuestas. No podía evitar preocuparse por ambos. – Vamos, te llevaré de vuelta a la cama – susurró el chico frente a ella, haciéndola suspirar de frustración.Estaba claro que no iba a decirle nada.

Killua entro de nuevo a la casa, con toda la ropa y el pelo mojado

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Killua entro de nuevo a la casa, con toda la ropa y el pelo mojado. Estaba seguro de que aquello que Gon iba a contarle era lo suficientemente importante como para obviar la humedad de su ropa y el frío que sentía.

– Supongo que ni si quiera vas a cambiarte.. – supuso el de cabellos negros, sentándose en el brazo del sofá. Y ante la negativa de su mejor amigo comenzó a hablar. – ¿Recuerdas el día que volvimos? – al ver el asentimiento de Killua continuó – tratamos de buscar a Haruka por todas partes y no aparecía. Luego la encontraste aquí con todas esas heridas. –

Killua alzó una ceja algo confuso – ¿A dónde quieres llegar con eso? – cuestionó el albino  cruzándose de brazos, tratando de mantener el calor. Su cuerpo había comenzado a temblar por el frío.

Ai nos dijo que era porque se mete en peleas, pero tu y yo sabemos que eso no es para nada creíble ¿verdad? – Killua asintió, mirándole de forma algo intensa, ansioso por que acabase de hablar. – Pues estuve preguntando a la gente de la isla si alguien la había visto pelear el día anterior, pero nadie lo había visto. Ni ese día, ni ningún otro. Pero cuando casi iba a parar de buscar información, un anciano me preguntó que si era Haruka la chica de la que hablaba y me dijo que aquella noche, cuando regresamos la había visto correr bajo la lluvia mientras su padre la seguía. – Killua frunció el ceño con confusión, sintiendo como su sangre comenzaba a hervir. – también me dijo que parecía aterrorizada, que era como si estuviese huyendo de su padre..– Fue en aquel momento que los gritos comenzaron.

– Fue en aquel momento que los gritos comenzaron

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Feliz año nuevo a todxs 🎉😊

you can't ;; killua zoldyck ⚡️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora