Amanecer

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Simon se levanto cuidadosamente de aquella cama matrimonial de sabanas blancas como la espuma del mar, comenzando a pasear su mirada por esa habitación la cual le dejaba un ligero sentimiento de frialdad puesto que a sus ojos todo estaba perfectamente organizado y monótono.

-estaría muy bien algo de mi estilo por aqui-

-si eso significa que mi habitación terminara llena de peluches, brillos y cosas rosadas, olvídalo- el de menor estatura se sobresalto, ya que no se esperaba que aquel chico estuviera escuchandolo.

-lo lamento ¿Te asuste?- soltó el recién llegado colocando una taza de te en la mesita de noche que estaba al lado de su cama

-si me asustaste pero no te preocupes, es normal-

-normal?- cuestiono el mayor

-ah! desde muy pequeño soy super asustadizo-  Simon no supo ni porque soltó ese dato el cual el consideraba algo personal, pero lo hizo y ahora se empezaba a arrepentir. -oye...- Simon dirigió su mirada a la tela rosada que cubría su torso y parte de sus muslos.

-que sucede?- el mayor al girarse a ver a su contrario no esperaba verlo parado frente a el mientras estiraba aquella camisa hacia abajo en un intento de cubrir sus desnudas piernas. -y mi ropa? dios, ayer te echaste un taquito de ojo o que?- comento en broma mientras comenzaba un recorrido hacia la mesita en donde estaba la taza de te que le habían traído.

-de hecho fuiste tu mismo quien camino directo al closet y se puso mi camisa favorita como que si fuera la suya- Simon escupió el te que estaba en su boca y empezó a toser. A esto fabian fue a su lado y comenzó a darle golpecitos en su espalda

mas tarde

Ahora Simon se encontraba felizmente comiendo un cuerno relleno de chocolate el cual fabian le habia traído de la panadería de enfrente 

-Simon, tienes chocolate en el cachete-  el mayor tomo una servilleta de por ahi y se dedico a limpiar la cara del menor como si de un pequeño niño se tratase.

-si fueras mi esposo seria feliz...-

-que?-

-que? :D-

mientras tanto en otro lugar

se encontraba un Jorge muy asustado ya que habia incendiado el abrigo favorito de su hermano mayor por accidente al intentar desesperadamente, apagar un incendio que habia provocado en la cocina por intentar hacerse un sándwich.

-Simon me va a putear- lo único que pudo idear su pequeño e inútil cerebro fue llamar al mejor amigo y socio del mayor para que lo ayudase a no morir

La cancion de las flores Donde viven las historias. Descúbrelo ahora