-Joaco-
Tenía tantas ganas de estar con ella y también de alejarla de su padre. En ese momento la puerta se abrió, apareciendo un hombre más o menos de 40 o 30 años, muy desarreglado y por su expresión no estaba nada feliz.
-Ho...la-Por lo nerviosa que estaba no había duda de que era su papá, quien no paraba de mirarme y solo le dio una seña para que entre, rápidamente tomo a Caro del brazo
-Hola señor, soy Joaquín amigo de su hija-Le extiendo la mano, pero solo lo miro con desprecio- ¿Me preguntaba si Caro no puede ir a comer a mi casa? Y de paso mostrarme la ciudad-dije con la mayor tranquilidad, pero el fondo de mi quería romperle la cara.
-No sé, debe estudiar-No voy a dejar que ella se quede con este idiota
-Yo podría ayudarla, soy muy bueno en los estudios-una pequeña mentira no daña a nadie- Prometo traerla de vuelta señor-Me mira un tiempo largo
-Solo por esta vez- Mira a Caro enojado-No vuelvas tarde-Entra a la casa dando un portazo
Caro no miraba hacia adelante y odio verla así pero me tranquilizo cuando para a darme un abrazo-Gracias, muchas gracias
-Un poco sorprendido le acaricio el cabello-Tranquila te prometo que desde ahora en tu vida ya no habrá más dolor
-No creo Joaco me vida ya está marcada-Se nota lo dolida que esta
-Mírame- levanta la mirada-Quiero que me prometas que vas a luchar para salir de todo. Yo estaré cada vez que me necesites-La abrazo con todas mis fuerzas
Cada promesa que le estoy haciendo no será en vano, luchare para que disfrute de lo bonito de la vida. No dejare que ninguna lágrima más salga de ella.
-Caro-
Estábamos de camino a su casa y la verdad no sé si es buena idea pero no puedo volver a casa, no ahora. A Joaco le suena su celular y yo me adelanto un poco para darle privacidad, me arrepiento al instante ya que penas doble la esquina estaban los chicos de la escuela, no podía volver uno me agarra del brazo y como siempre sabía lo que venía.
-A dónde crees que vas tarada-Intento soltarme, pero me sujeta más fuerte el brazo-Que te parece si te doy una lección de que no debes andar sola por las calles -cierro los ojos esperando el golpe pero nada llega
-No te atrevas a tocarle ningún pelo porque serás hombre muerto-Le da un puñetazo y me doy cuenta que los demás ya se habían ido -Quien te crees idiota- Cuando le iba a dar otro lo detengo.
-Por favor vamos-Pero no se movió -Por favor -le dijo ya casi llorando, no me gustan las peleas. Me agarra de la cintura y nos vamos lo más rápido posible.
-¿Estas bien? -me pregunta muy preocupado, yo solo asiento-Perdón no tuve que dejarte sola soy un tarado-Se acerca a un árbol y lo golpea-Soy un tarado un tonto porque te deje sola, te pudo haber hecho daño-Esto es lo que no quería, que tuviera que estar atrás mío cuidándome todo el tiempo.
-Yo solo lo abrace por la espalda, los abrazos pueden expresar tanto-Para por favor no quiero que te pase nada-Él se detiene y me abraza, cosa que lo tranquilizo.
-Me encantas cuando me abrazas -Yo me sonrojo-Y también cuando te sonrojas-Te amo...
