𝘕𝘦𝘷𝘦𝘳 𝘍𝘰𝘳𝘨𝘦𝘵 𝘠𝘰𝘶 ; 𝘓𝘶𝘻𝘶𝘱𝘭𝘢𝘺 ༅

⤹ Tᥕo 𓂃 ִֶָ

◜◟ “I Got Yoᥙr Mᥱssᥲgᥱ Bყ Thᥱ Wᥲყ”  ◜◟

◞ 𔘓◝

Otro día más en Karmaland y Auron se encontraba preparando todo para ir a ver a Luzu, la noche anterior dejó en la nevera un postre de limón que sabía que le podría gustar a Luzu.
El menor se estaba alistando y a la vez dándole de comer a sus animales, mientras pensaba en como se podría encontrar Luzu, no se sabía nada de él, no se ponia en contacto con ningún otro miembro de Karmaland y Auron no quería pensar lo peor, después de estar listo se despidió de Frederick y se dispuso a ir a la casa del mayor, eran vecinos así que solo tenía que caminar muy poco. El trayecto de la casa de él y la de Luzu era peligroso, siempre habían zombies y esqueletos rondando por su casa, de igual manera la luz del sol los quemaba pero siempre quedaban algunos.

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Auron subió las escaleras de la casa de Luzu y cuando llegó a la cima empezó a analizar todo a su alrededor, la estructura de la casa estaba bien, lo malo era el patio, las cosechas y la granja, se podría notar que les faltaba mantenimiento, los animales no tenían comida y agua, los cultivos tampoco estaban muy bien, estaban llenas de insectos desde el tallo hasta las hojas, estaban comidas por los gusanos que habían ahí. Al ver eso Auron se preocupó aún más por el castaño, dejó todo de lado y se fue a tocar la puerta. Una, dos y tres y no había repuesta, se empezó a preocupar aún más así que decidió llamar al castaño.
— ¡Luzu! ¡Soy yo Auron! ¡Viene a ver como estabas! — El pelinegro estaba nervioso no quería pensar algo erróneo hasta que finalmente se abrió la puerta, la persona que estaba frente a él no era el Luzu que conoció, esa persona alegre y con carisma no estaba ahí, estaba totalmente otra, se encontraba despeinado, con ojeras, y con la nariz algo roja, Auron dedujo que era por estar llorando pero no pudo seguir analizando al mayor ya que este lo saco de sus pensamientos.
— No te esperaba, me podías haber mandado un mensaje para saber que venías. — El tono de voz de Luzu era algo cansado y triste.
— Lo siento, sé que tuve que avisarte, pero quería darte una sorpresa... Te traje algo de comer. — Auron estaba feliz de que por fin pudo ver al castaño pero a la vez triste de como se encontraba, eran muchas emociones que él no podría explicar.
— Claro... Pasa. — Auron entró a la casa y la noto algo desordenada, por lo menos Manolo, el cerdo de Luzu, estaba bien, tomó asiento en uno de los sillones de la sala y saco de su bolsa el postre de limón y se lo dio a Luzu, este le agradeció y lo metió a la nevera para que se conservara.
— Así que... — Auron rompió el silencio — ¿Cómo has estado? — Sabía que era una pregunta tonta pero quería escuchar la voz del castaño.
— Si te digo que eh estado bien sería mentirte entonces no, no estoy bien... Me la paso en mi habitación no quiero salir de ahí — Luzu no quería mentirle al castaño pero tampoco quería preocuparlo.
— Lo noté... Tu huerto está hecho mierda y tus animales llevan días sin comer, es un milagro que sigan vivos. — Auron no quería sonar tan grosero pero no podía evitarlo, era parte de la personalidad de él.
— No quiero que pienses que estoy aquí solo para regañarte, más bien quería ofrecerte mi ayuda. — Auron esperaba un sí como también esperaba un no, sabía que la posibilidades existían.
— No lo sé... No quiero ser una carga para tí... Tampoco quiero darte lástima. — Luzu apreciaba todo lo que el pelinegro estaba haciendo por él pero no quería ser un problema para él.
— No lo eres y nunca lo serás, estoy aquí por que ya no quiero estar de brazos cruzados sabiendo que puedo hacer algo para ayudarte... Quiero hacer lo mismo que tú hiciste cuando recién llegue aquí que me diste comida y armas para defenderme, me diste una mano, eso nunca lo voy a olvidar. — Luzu se conmovió por las palabras de Auron que hicieron que casi vuelve a llorar pero no paso.
— Gracias Auron... Eres una gran persona... Y... ¿Cuándo planeas ayudarme? —
— Si es posible ya, vamos un rato afuera que te dé la luz del sol, hombre. — Luzu se río y fue llevado fuera de su casa por el menor, alimentaron a los animales, regaron un poco los cultivos y le quitaron los insectos a estas, Luzu se sentía un poco mejor, la personalidad del menor y lo divertido que era le subieron un poco los ánimos.

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Después de su exhausto día de trabajo Auron se dirigió a su casa, no sin antes decirle a Luzu que mañana volvía que lo esperará, este le dijo que está bien y Auron se despidió de Luzu con un abrazo que fue correspondido por el mayor, el pelinegro salió con prisa ya que se estaba haciendo de noche mientras que en sus adentros estaba demasiado feliz por este día.

Oh Auron... ¿No sabes qué se nota a millas que estás loco por él?

◞ 𔘓◝