𝘕𝘦𝘷𝘦𝘳 𝘍𝘰𝘳𝘨𝘦𝘵 𝘠𝘰𝘶 ; 𝘓𝘶𝘻𝘶𝘱𝘭𝘢𝘺 ༅

⤹ Foᥙr 𓂃 ִֶָ

◜◞  “I Woᥙᥣdᥒ't Chᥲᥒgᥱ A Thιᥒg”  ◟◝

◜𔘓 ◟

Al día siguiente, Auron se encontraba en su huerto dándole un poco de mantenimiento antes de ir a casa de Luzu, ya que sabe que vendría muy cansado como para cuidar de sus plantas y animales.
Mientras hacía sus cosas, vió a lo lejos como Rubius se acercaba a su casa, al principio no le importó tanto incluso llegó a pensar que estaba paseando por el pueblo pero cuando notó que el ojiverde tenía un gran gesto de enojo y se dirigía justamente donde estaba él, se empezó a preocupar por su vida.
— ¡Eh! ¡Calvo tóxico! — Gritó Rubius muy molesto mientras se acercaba Auron.
— ¿Y ahora qué mierda te pasa? — Su tono de voz tenía molestia y confusión.
— ¡¿Cómo qué que mierda me pasa a mí?! ¡Más bien! ¿¡Qué te pasa a tí?! ¿¡Por qué putas pusiste ochocientas minas en mi casa!? ¡Casi me muero! — Al de máscara de oso se le notaba su ira incluso parecía que asesinaría a Auron ahí mismo.
— Primero que nada, cálmate y segundo no grites, que me vas a dejar sordo, cabrón. — El ojiverde trató de calmarse un poco pero aún se escuchaba molesto.
— Ayer, que vine de casa de Vegetta, en la entrada de mi casa había una mina que por poco que mata y cuando entre habían ochocientas, gracias a los dioses mis animales están bien ya que estaban encerradados, por que si les llegaba a pasar algo no se que te hubiera hecho. — Se notaba muy enojado pero ya se estaba calmando.
— Acepto que fui yo, pero te recuerdo que hiciste un cráter en la parte trasera de mi casa.
¿Cómo no me iba vengar? Joder... — Dijo Auron un poco irritado ya que hace unas semanas atrás Rubius, con la ayuda de Lolito, habían hecho, con dinamita, un gran agujero en la casa del pelinegro, Auron no le hizo nada a Lolito ya que el pelirrojo, personalmente, le pidió perdón pero Rubius no lo hizo.
— Vale, lo siento, pero... ¿Me las puedes quitar, por favor? No quiero llorar si se llega a morir otra vez Juan Carlos o Coringa por culpa de una mina. — El rubio le rogó un poco al menor para que le hiciera caso, al final de cuentas aceptó y fue a su casa a quitarle las minas.

◜𔘓 ◟

— Listo... Y ya me voy, que tengo que ir a ver como está Luzu. — Fue serio y le pidió al de máscara que le abriera la puerta.
— Oye, antes de que te vayas... ¿Cómo está Luzu? Me gustaría ir a visitarlo pero estoy muy ocupado ayudando a Vegetta en su casa, es agotador en cierto punto. — El ojiverde rió un poco, pero en su forma de hablar se notaba preocupado por su amigo, que hace tiempo no sabía nada de él.
— Él esta mejorando, creo... —
— Bueno... Mándale saludos de mi parte. — Rubius se despidió de Auron y este se dirigió a casa de Luzu, no sin antes llevarle algunas verduras de su huerto.

◞ 𔘓◝

Cuando llegó al hogar de su "amigo" vió que el castaño estaba cuidando de sus animales y plantas por su cuenta, eso, de alguna forma, hizo que el pelinegro se sintiera feliz ya que veía como poco a poco se recuperaba de su tristeza.
— ¡Auron! ¡Qué bueno verte! — A Luzu se le formó una sonrisa de oreja a oreja cuando vió a su compañero.
— Pero bueno, veo que estabas ocupado. — Su tono de voz era feliz. — Me alegra que hayas tomado la iniciativa. —
— Sí, pensé en hacer las cosas hoy yo solo, no quería que arruinaras tus hermosas manos dándole mantenimiento a un huerto. — Acto seguido el mayor le dio un corto pero tierno beso en ambas manos provocando un leve sonrojo en el más bajo.
— E-Entonces... ¿Para qué vengo si no es para ayudarte? — Rió nerviosamente, ya que era la primera vez que Luzu era amorosamente lindo con él.
— Tú vienes aquí para hacerme compañía y hacer que pasemos un rato agradable, no para limpiar mi casa. Verás... en todo el día, lo que más anhelo, es que vengas a mi hogar, me hagas reír y hacerme olvidar mis problemas... Eso te lo agradezco mucho... En serio. — Al escuchar eso, Auron solamente sonrió y le dio un pequeño abrazo que fue bien recibo por el mayor. El castaño era feliz al lado del ojinegro como también lo era el pelinegro.

Las horas pasaron y se hizo de noche, el menor no quería ir a su casa por miedo a los monstruos que rondaban en la oscuridad, así que Luzu le invitó a que se quedará a dormir en su casa, propuesta que fue bien recibida por el más bajo.
Cenaron, vieron unas cuantas películas y se fueron a dormir.
Luzu no quería que Auron se acostara en suelo o en el sofá, entonces le dijo que durmiera junto con él en su cama. El menor se sonrojó por la propuesta del más alto, pero al final aceptó con una sonrisa.

Auron vivía en un sueño el cual no quería despertar nunca.

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