BNHA ~Escenarios~

Ebrio ~Parte 3~

Todoroki Shoto

Habías tenido un día realmente agotador con tres evaluaciones y Aizawa-sensei estando de malas, motivo por el que toda la clase reprobó. Por si fuera poco tenías once llamadas perdidas de tu madre. Suspiraste al desbloquear el celular, el cual no dejaba de vibrar dentro de tu bolsillo desde hace un rato ya.

—Maldita cosa inservible.– Gruñiste al aparato en cuanto en la pantalla apareció un "Huella no registrada". Ni desbloquear el celular podías.— ¡Estúpido, soy yo!.— Tenías una pelea bastante extraña con tu teléfono a mitad de la calle, por lo que ya habías atraído varias miradas curiosas por parte de los transeúntes, los cuales ya comenzaban a murmurar cosas a tu alrededor. — Ah, no tiene caso.— Procediste a ingresar tu contraseña manualmente, sin embargo antes de que eso suceda te arrebataron el dispositivo de las manos.

—¿Te ayudo?.— Todoroki se encontraba frente a ti mirándote con ternura, ante sus ojos no eras más que un gatito de mal humor. El chico, al ser tu mejor amigo tenía su huella registrada, cosa que lo llevó a intentar desbloquearlo. No fueron más de 2 segundo cuando se proyectó la pantalla de inicio frente a ti.

—Gracias.— Hablaste un poco más calmada, aunque no dejabas de preguntarse si acaso tú celular estaba enamorado del mitad albino.

—¿Malas noticias?.— Se preocupó al ver tu expresión tras ver los mensajes de tu madre.

—El novio de mi mamá irá a casa esta noche.— Hiciste una mueca.

—¿Él nos agrada?.– Sonreíste por la forma de hablar de Shoto, como los englobaba juntos respecto a tu sentir te encantaba.

—Nos agrada.— Asentiste.— El problema erradica en lo que harán esta noche.— Bufaste.— Realmente no tengo ganas de oírlos darse amor.— Comentaste asqueada provocando una sutil risa al muchacho.

Cuando estaba en tu compañía, era en las pocas ocasiones en las que era posible ver al chico sentirse cómodo y alegre. Después de todo, por su lado ya no sentía simplemente amistad. Si fuera por él tomaría tu mano cada tarde al salir de clases y llevarte hasta tu hogar, sin irse hasta verte entrar segura.

—Puedes quedarte en mi casa si no te molesta.– Soltó de la nada tras caminar un rato en silencio.

—¿Hablas en serio?.— Sonreíste de oreja a oreja.

—Claro, mi padre tiene una fiesta con gente de cargos elevados y tipos importantes para su imagen.— Tragó nervioso pensando que rechazarías la idea.— Pero pasamos directamente a mi cuarto y yo compartiré con ellos un rato, así no habrá problemas y…— Estaba hablando casi tan rápido como Izuku por los nervios.

—¡Gracias Todoroki-kun!.— Saltaste hacia él colgándote de su cuello en un abrazo, él inmediatamente te sujetó por la cintura.

●○●

Todo iba bien a pesar de que haya una fiesta bajo tus pies. Te encontrabas en el segundo piso, en la habitación del heterocromático para ser exactos.  Ya hacía casi cuarenta minutos que te había dejado sola ahí, pero le comprendías, después de todo estaba haciendo un sacrificio al convivir con esa gente para que su padre esté de buenas y no te trate como a un microbio.

Habías estado matando el tiempo chateando con tus amigas.