BNHA ~Escenarios~

Plana 2/2

Denki Kaminari

Ahí te encontrabas en medio de una gran travesía por el centro comercial, en la sección de ropa interior para ser más exactos. Acomodaste tu gorra y bajaste un poco tus oscuras gafas de sol, con el fin de admirar mejor la gran vaiedad de colores en sostenes.
No te daba vergüenza comprar estas prendas en público, pero no querías llegar a toparte con alguien conocido, o aún peor con alguien de tu clase. Todo por la simple razón de "¿Por qué compras sujetadores si no tienes nada? Es un desperdicio de dinero"  Esas palabras se fueron clavando en ti cada vez más hasta el punto de quedarse grabadas cual tatto.

-"Creo que el rojo está bien".- Extendiste tu delicada mano hasta la pequeña prenda.

-¡HEY ____-CHAN!.- Una ruidosa voz a tus espaldas te delató con quien estuviera a unos 30 metros alrededor.- ¿Qué haces aquí?.- El alegre rubio de tu salón pasó su brazo por sobre tus hombros.

-Umm...hola, Kaminari-kun.- Dudaste.- ¿Piensas que no tengo razones para venir a esta sección, verdad?.- Reíste amargamente apartándote de él.

-¿Por qué dices eso?.- Te sonrió tontamente.- ¿Es que no eres una chica?.- Pareció pensarlo un momentó.- Tu mirada es dulce, tus mejillas parecen fresitas y tus labios se ven muy suaves.- Analizaba en voz alta, mientras que cada vez te sonrojabas más.- Tu piel es muy delicada y tienes una personalidad adorable y generosa...¡oh!.- Se alejó precipitadamente de ti.

-¿Sucede algo?.- Con todo y nerviosismo decidiste preguntar.

-¡No me digas que me enamoré de un chico!.

Este muchacho era un bobo para declararse sin darse cuenta.

Eijiro Kirishima

Cerraste los ojos por unos segundos mentalizándote, sonreíste dispuesta a contestar, ¿qué cosa?. Pues a la típica palabra surgiendo de los labios de tus compañeros; "Tabla".

¿Cuáles serían tus próimas palabras?

-Tabla, pero no de tu carpintería, baby.- Y cual diva, sacudiste tu cabello mientras te disponías a alejarte de aquel lugar, dejando atrás a tus divertidos amigos.

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Respiraste hondo con la esperanza de calmar tus lágrimas. Siempre era así, ellos se burlaban pensando que no te afectaba o molestaba, pues nunca lo demostrabas, sin embargo no podían estar más equivocados. Con el tiempo, las personas se cansan de tal trato. Y aún así seguías actuando fuerte y con diversión ante ellos.

Eras una muralla impenetrable ante sus miradas.

-Está bien.- No sabías cuanto rato llevaba él ahí, sentado a tu lado en completo silencio.- Llora cuanto quieras, si no lo haces ahora, ¿cuándo tendras otra oportunidad?