4. La Buena Consejera

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Ayudando a Adrien

IV

"La buena consejera"

...

Adrien observaba con mucho orgullo la pantalla de su computadora donde detallaba en grande su «Enhorabuena» por haber llegado al nivel setenta. Estaba muy emocionado de que solo le faltaran cinco niveles para alcanzar su esperada invisibilidad, aunque claro, Marinette ahora era una hechicera del nivel 95. Era un bello sueño tratar de alcanzarla, pero estaba claro que ella tenía más tiempo libre para jugar. Ojalá el tuviera ese mismo tiempo para divertirse.

Si tan solo supiera...

Marinette estaba mirando la pantalla de su computadora con los labios fruncidos y cruzada de brazos, mientras observaba a su caballo comer. A su lado, estaba Mullo tomando leche, Fluff comiendo zanahorias, Kaalki comiendo lechuga, Wayzz tomando té y su querida Tikki, comiendo galletas.

Tenía muy poco tiempo para el ocio, actualmente, extrañaba de sobremanera que su única preocupación fuera llevar su mochila a clases, ahora compartía su tiempo con su familia, con sus amigos, la escuela, ser Ladybug y guardiana de los Miraculous.

¿Así que sentiría Adrien con la agenda tan colapsada?

Resopló molesta, llamando la atención de los Kwamis.

—¿Marinette? —consultó Tikki, apoyándose en el hombro de su elegida—. ¿Estás bien?

—Sí, solo estoy cansada —se descruzó de brazos para tomar el mouse y cepillar la melena de su caballo—. Ahora, que terminaron de comer, silencio que voy a conectar el audio del videojuego.

—¡Está bien! —dijeron los Kwamis, terminando de comer para ir cada uno en sus compartimientos para darle espacio a su guardiana.

Activó las bocinas y el micrófono de sus auriculares. Iba a hablarle a su caballo para empezar a entrenarlo cuando un mensaje en la pantalla se lo impidió.

«Te hice caso, ya estoy en el nivel setenta, ¿qué prosigue?»

Marinette suspiró y no respondió, poniéndose a hacer lo que tenía pensado.

«Sé que estás en línea, estoy en tu establo y veo a tu caballo subir de nivel. ¿Pasa algo?»

Puso los ojos en blanco y decidió responder.

—Es que estaba justamente haciendo eso y no podía responder.

La respuesta no pareció animar mucho al rubio, que desde su habitación tenía el ceño fruncido. No sabía bien porqué, pero tenía la corazonada de que algo no estaba bien en ella. ¿Seguiría enojada por lo del papel?

Le dio a llamar. Tardó en ver aceptada su invitación, pero después de unos minutos ya era accesible el audio.

—¿Estás bien?

«Te dije que sí» el tono demostraba todo lo contrario. ¿Por qué se había vuelto tan perceptible de ella?

—Tu voz se siente perturbada...

«En realidad, estaba pensando en alguien»

El rubio se cruzó de brazos, dudoso. ¿Pensando en alguien? Ya le dijo que no salía con Luka así que, ¿quién sería ese afortunado?... Esperen, ¿afortunado dijo?

«Estoy pensando en Kagami»

Y ahí, Adrien recordó porque se había acercado a Marinette ante de iniciar esas citas de juego.

Ayudando a Adrien...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora