Maddie
Dejo mi cuerpo caer sobre el suave colchón de mi cama, y un largo suspiro sale de mis labios.
Hoy fue un día muy agotador, habían dejado muchas tareas de la secundaria aparte de que había cogido entrenamiento de ballet, mi móvil timbra y es un mensaje de Alexander.
Alex🌚
Hola, como esta la bella durmiente
Estoy hecha mierda, podrías venir a mi casa?
Me di una ducha para relajarme, luego me puse algo cómodo. Eran las 5 de la tarde mi mama aun no llegaba de su trabajo hasta las 8, mi hermanita estaba durmiendo en su habitación así que no ahí problema de que Alexander este en casa aparte de que mi hermanita lo ama en el buen sentido.
Alexander es mi mejor amigo desde que tengo 14, llevamos una amistad muy sincera y pura.
También tengo otra amiga que es Emma, ella prácticamente sabe todo de mi es una chica genial, de pelo negro, ojos marrón oscuro, cejas pobladas y un cuerpo de envidia. Emma es amante del violín, es su instrumento favorito pero también practica ballet conmigo.
El timbre suena dándome señal de que Alexander esta aquí, bajo las escaleras y abro la puerta. Ahí esta el, con una radiante sonrisa como siempre, por eso es que lo amo, como amigo.
-Alex -Lo abrace. Es ridículo pero lo extrañe todo el día, aunque nos vimos esta mañana en la cafetería de secundaria, y después de eso no lo volví a ver mas en el día entero hasta ahora.
-Mi pequeña, supongo que debes estar cansada después de tus ensayos -Lo invite a que pasara y se sentó en el sofá.
-Quieres algo de tomar? -Le pregunto, y el niega.
-No, yo soy el que debería hacerte todo a ti, bella dama -Dijo con un asentó raro que solo el puede hacer. Reí
-Eres un tonto -Reí acomodando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. -Y bien cuéntame algo que no sepa, osea se todo de ti, pero no se estoy aburrida, desaburreme -Él levanto sus cejas en mi dirección, dejando bajar un poco sus lentes, luego se acomodo en el sofá inclinándose hacia atrás.
-Necesito que alguien me de una mamada -Suspiró y le diré una pequeña almohada que le dio justo en su cara.
-Eres un cochino -Reí con él.
-Amas a este cochino -Se levanto de su asiento y se fue a la cocina.
-A donde vas? -Le pregunto mirando cada uno de sus movimientos.
-Estoy en mi casa y hago lo que quiera -Lo escuche sirviéndose agua.
-Eso no fue lo que dijiste ayer cuando mi madre estaba aquí.
-No, pero ella me dice que este es mi segundo hogar -Lo escuche dirigiéndose al baño.
-Se supone que vas a.... ¡Dios mío! ¡no hagas eso!, eres un cochino -Antes de el entrar al baño bajo su pantalón dejando ver su polla marcada en su bóxer. Me tape mi cara con mis manos. La verdad que él no cambia, siempre es así de pervertido hasta hace chistes de doble sentido.
-Algún día vas a ver algo así en primera persona -Entro riendo al baño.
Me quede sentada en el sofá esperando que el estúpido de Alexander salga del baño.
