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Era increíble como un gesto tan pequeño lograba hacer latir su corazón tan fuerte. Desde aquella ocasión en que finalmente habló con SeungYoun cada día se encontraba una bonita rosa puesta en su casillero. Aunque no era incómodo cuando comían todos juntos en el casino si lograba hacerle sonrojar el alzar la mirada de su bandeja y encontrar la bonita sonrisa dirigida a ella.

Comenzaba a pensar que YooMin podría tener razón al decir que SeungYoun lo demostraría.

Un pequeño suspiro escapó de sus labios mientras acomodaba los cuadernos dentro de su mochila. Estaba por guardar el último de estos cuando una ya conocida voz logro hacerle soltar el cuaderno.

— ¡Lo siento! ¿Te asusté? — Negó con su cabeza aunque la inesperada llegada de SeungYoun si le había asustado más de lo que admitiría. Observó su cuaderno en el suelo pero antes de poder tomar este el contrario lo recogió para entregarle este.

— Quizás si me asustó un poco. — Una pequeña risa escapó, con el paso de los días comenzaba a sentirse menos nerviosa con la presencia de él, aunque seguía sintiendo que su corazón se iba a escapar de su pecho cada vez que le observaba o escuchaba.

Tomó con cuidado su cuaderno para dejar este dentro de su mochila y cerrar el casillero.

— Tengamos una cita. —

"¿Qué?"

Para alguien como SunHee era casi imposible pensar que SeungYoun, el perfecto y adorable SeungYoun le estuviese invitando a una cita. Sus manos temblaron mientras se acomodaba su mochila, desvío su mirada dispuesta a rechazar la salida. No porque no quisiera salir con él, claro que no, era porque temía que si salían el más alto se diera cuenta de que era más aburrida de lo que parecía.

Estaba a nada de decirle que no podía, inventar cualquier excusa que le sacará de esa salida que podría causar un desastre. Pero como siempre era imposible negarle algo a SeungYoun.

— ¡Perfecto! Tomaré tu silencio como un "Claro que quiero salir contigo, guapo". ¡Nos vemos mañana después de clase! — Y se fue dejando a una totalmente perdida SunHee.

Se quedó quieto, mirando en la dirección en que él había prácticamente huido.

— ¿Pasó algo? ¿Viste un fantasma? Tierra llamando a SunHee. ¡Hey! — El último chillido de YoHan le sacó de sus pensamientos y sacudió su cabeza. Observó a su amigo antes de llevar ambas manos a su propio rostro que poco a poco comenzaba a ponerse rojo.

— Me invitó a salir... — Susurró bajo pero su fiel amigo logró escuchar y en menos de dos segundos ya estaba chillando y dando saltos alrededor de su amiga.

— Te invitó a salir. ¡Lo sabía! Era cosa de ver su cara de idiota cuando te miraba mientras comía. Y es difícil hacer esa cara. No comes como princesa la verdad. ¡Auch! — SunHee terminó dando un golpe sobre la cabeza del contrario. Sabía que no comía como princesa pero de todas formas escucharle decir eso lograba causarle vergüenza.

YoHan acaricio la zona que había sido golpeada antes de rodear con uno de sus brazos los hombros de la más baja. Mostró una sonrisa en sus gruesos labios, se veía bastante emocionado mirando a su sonrojada amiga.

— ¿Te sientes preparada? Quiero decir, sé que te encanta SeungYoun, es cosa de mirarte para saberlo. Seguro estas nerviosa. Tranquila. Si ya te vio comer y no termino corriendo, es el indicado. — SunHee soltó un pequeño quejido ante aquellas palabras.

Sabía que YoHan solamente intentaba apoyarla, darle ánimos porque sabía lo insegura que se estaba sintiendo respecto a todo. Era prácticamente estar en un sueño, recibir rosas y ahora que le pidiese una cita.

El camino a su hogar fue en su mayoría escuchar las tonterías de YoHan y darle uno que otro golpe, hablar con él le había relajado y ahora la idea de negarse a salir con SeungYoun desapareció de su cabeza.

"¿Dónde podría llevarme? ¿Qué ropa debería usar?"

Se observó en el espejo de su baño, ya se había cambiado por ropa más cómoda y ahora estaba observando cada centímetro de su rostro, lo más seguro es que usaría una mascarilla antes de dormir.

Por primera vez desde que escuchó esas palabras salir de los labios de SeungYoun comenzaba a sentirse emocionada. Se permitió soltar un pequeño grito antes de salir corriendo a su habitación, se lanzó sobre su cómoda cama y abrazó con fuerza una de las almohadas.

Todo estaba saliendo bien, para ella quien pensó en que pasaría lo peor cuando volviera. SunHee estaba feliz, sentía por primera vez que estar con SeungYoun era posible, que quizás existía la posibilidad de poder estar con el hombre que a sus ojos era pura perfección.

Su celular vibró llamando su atención, tomó este entre sus manos y volvió a chillar cuando observó el mensaje que se mostraba en la pantalla.

¿Quién diría que SeungYoun sería tan lindo de mandarle un mensaje así?

— Espero que tengas dulces sueños, descansa bien para nuestra cita mañana, princesa. — Se hubiese caído al suelo si no se encontrara sobre su cama.

No estaba segura de qué responder. Para SunHee él era un príncipe pero jamás pensó en que le llamaría a ella princesa. Podía imaginarse su bonita voz diciéndole de esa forma y gracias a eso apretó con más fuerza la almohada.

Sus dedos recorrieron la pantalla, no podía dejarle en visto. Se acomodó, sentándose con la espalda apoyada contra el respaldo de su cama y tratando de reunir toda la valentía posible tecleó sobre la pantalla hasta finalmente tener un mensaje que le dejase satisfecha.

Con sus dedos temblorosos presionó el "enviar" y luego bloqueó rápido el celular. Lo lanzó a la cama y se cubrió con sus sábanas.

Ni ella se podía creer el mensaje que le había mandado, pero extrañamente no se arrepentía. Se destapó para levantarse en busca de alguna mascarilla mientras el mensaje que había mandado se repetía en su cabeza, pensando en si él estaría tan emocionado como ella cuando recibió el suyo.

— Ten dulces sueños, príncipe. —

Rainbow - Cho SeungYounDonde viven las historias. Descúbrelo ahora