Epílogo;

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- ¡Cho SeungYoun baja esos pies de la mesa! - Y ahí estaba, ya regañando a su torpe novio mientras este sacaba a la velocidad de la luz sus pies de la pequeña mesa de vidrio frente al sofá. Era difícil regañarlo con ganas cuando mostraba esa sonrisa juguetona sabiendo que había hecho enfadar a SunHee.

Era increíble para ella como cada día se sentía más enamorada de él, incluso aunque ya faltara poco para cumplir sus tres años como pareja. Desde el día en que se declaró frente a ese precioso parque iluminado de diversas luces que no se habían separado por más de dos días. Porque según SeungYoun había dicho "Moriría estando un día sin ti", eso era lo que decía cada vez que la más baja sugería la idea, solamente para escucharle decir eso porque siendo sincera, tampoco podía estar un día sin él y esa sonrisa.

- Amor, si te enojas tanto vas a terminar con arrugas ¿lo sabías? - Buscó molestarla, porque así era su personalidad y ahora que ella ya se había acostumbrado, él no evitaba molestar siempre que tenía la oportunidad. 

Su cabeza se movió, negando con esta antes de tomar uno de los cojines  para lanzarlo directo a la cabeza de su novio, quien recibió el suave impacto del cojín exagerando, llegando a dejarse caer al suelo como si lo que había tirado fuera una roca. 

- Mi novia me agrede. ¿Esto no es violencia en el noviazgo? - Bromeó exagerando antes de levantarse rápido cuando vio la intención de SunHee de tirar una de las tazas que estaba poniendo en la mesa. La rodeó con sus brazos lo más rápido y dejo varios besos sobre su mejilla.

- Eres un tonto, SeungYoun. - Sonrió, sintiendo como con cada beso dejado en su piel se ponía más y más tranquila. 

Ese era su día a día desde hace aproximadamente dos meses. Desde que el más alto había dicho que no podía estar separado de ella buscó convencerla de vivir juntos, tardó más de un año pero ahora sentía que valió la pena y la verdad, ella pensaba lo mismo. 

Al principio fue incluso algo extraño, pero a ambos les encantaba ser lo primero que vieran al despertar, y aunque tenían peleas tontas que se solucionaban rápido ninguna era grave, no más que SeungYoun poniendo sus pies sobre todo lo que encontraba. 

- Te amo. - Fue lo único que salió de los labios de él después de ser llamado tonto. SunHee sintió sus orejas arder, seguro se habían puesto rojas. Sin importar cuantas veces SeungYoun le dijese esas dos palabras, siempre se sentía como si fuese la primera vez. 

Una sonrisa amplia se formó en sus labios mientras miraba el rostro de su chico perfecto, porque sí, ahora no era solamente el chico perfecto, era suyo para amarlo el resto de su vida. 

- Te amo. - 

¡AAAAAH! He terminado. ¿No es lindo? Decidí hacer un final cute y pequeño, espero que eso no les llegue a molestar. 

Tengo pensado pronto comenzar a escribir algo nuevo. No sé si sobre alguno de los otros miembros de X1 o de otro grupo, la verdad siendo que hay muchos integrantes de este y otros grupos que merecen más atención y más escritos. 

Quizás alguna que otra vez les venga con un especial para esta historia, obviamente de esos que causan diabetes JAJA. ¡Gracias por leer hasta el final! 

Rainbow - Cho SeungYounDonde viven las historias. Descúbrelo ahora