Letter Number Two.

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QUERIDO CHICO DE OJOS AZULES,

Aquí te tiro una frase pro:

"Yo soy la proyección de la mentira en que vives, júzgame y senténciame pero siempre estaré viviendo en ti"

CHARLES MANSON.

Ése hombre, es COLOSAL. Aunque al principio sólo era un asaltador de tiendas juvenil huérfano y robador de automóviles, se convirtió en una leyenda del asesinato organizado; lo arrestaron por un tiempo pero logró fugarse de la cárcel junto a otro amigo prisionero. Después de éso sí vino lo bueno, Charles organizó un grupo de personas formando así a: "LA FAMILIA MANSON". Todos sus fieles seguidores que cometían asesinatos bajo sus específicas reglas y órdenes.

Cool, ¿no?

Te preguntarás: ¿qué rayos tiene eso que ver conmigo?

Ayer estaba viendo un documental sobre él y cuando hablaron más a fondo de La Familia Manson, me di cuenta de lo similar que es a tu séquito. Esos tarados, bastardos e imbéciles con los que caminas por todo el instituto (que por cierto, se burlan de mí), son unos buenos para nada que siguen cada una de tus órdenes sin importar cuál sea.

¿Les das dinero por comportarse como simios? ¿O es que molestar y verse cool es algo entre amigos?

Comprendo que eres del equipo de Los Fénix y por lo tanto debes usar esa fea chaqueta (que te queda fantastica, por cierto), y andar con esos tipos, pero ¡hey! Cualquiera se moriría por ser tu amigo: Los intelectuales, los darks, los cool, las zorr... Digo, porritas, los modistas, los No aparto la cara de mi celular, ¡cualquiera! Y tú vas y te juntas con ellos.

Honestamente, yo no tengo mucho de qué hablar sobre la amistad ni me creo una experta en el tema. Así que mejor lo dejo hasta aquí.

Ayer te vi secretamente mientras leías la primera carta que te mandé. Casi me da un infarto cuando sonreíste. Tu sonrisa es linda.

Supongo que eso significa que sí quieres que te siga mandando cartas (?)

Con un ataque epiléptico de la emoción al recordarte, N.N. QUEEN.

Esta vez, al leer el final de la carta, la sonrisa del chico se ensanchó mucho más

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Esta vez, al leer el final de la carta, la sonrisa del chico se ensanchó mucho más. No comprendía por qué le daba tanta ternura el modo en que la chica anónima se expresaba cuando hablaba de él. Tal vez era la vergüenza que la la arinconaba a tener que enviarle cartas en vez de hablar directamente con él lo que lo hacía sonreír arrogante y estúpidamente.

Por otra parte, le parecía atrayente e interesante que escribiera cosas de asesinos en serie al principio de cada carta. Por el modo en el que ella hablaba de eso daba a entender que realmente le gustaban. Sin embargo, seguía siendo muy raro.

Miró a los diferentes lados del pasillo en el que estaba ubicado su casillero, sólo vio a más y más estudiantes pasando por allí en su descanso.

Pensó en preguntar, ya que sería raro ver a una chica poner un misterioso sobre dentro del casillero del chico más popular del colegio sin que nadie se dé cuenta, pero por lo calmado que estaba todo mundo tal vez la chica dejaba la carta antes de la hora de descanso.

Miró por última vez la carta y la guardó en aquel pequeño espacio de su casillero en donde estaba la otra. Cuando se dispuso a caminar y buscar a sus séquito, un hombro chocó contra su brazo.

Era una chica.

Por un instante pensó que era Anónima, sin embargo en cuanto ésta empezó a coquetearle y disculparse descaradamente por chocar con él, se desilusionó.

Pero, ¿por qué?

Cartas Extrañas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora