Cartas Extrañas ©

Letter Number Three.

PODEROSÍSIMO AZABACHE DEPORTISTA,

¿Sabes quién es mi hermoso Gary Gilmore?

Una vez él dijo: "Soy muy afortunado, voy a morir y sé exactamente cuándo. Me han dado tiempo para poner mis asuntos en orden, oportunidades que muchos carecen. Piensen, por ejemplo, en mis víctimas."

Es internacionalmente conocido porque él mismo quiso obtener la pena de muerte debido a sus dos únicos asesinatos, ejecutados en Utah. Él mismo decidió morir frente a la Corte Suprema de los Estados Unidos. A pesar de que le dieron múltiples opciones de apelar a esa condena.

Lo admiro bastante, leí su biografía y vi su película. No era... ¿Una muy mala persona? 

Simplemente cometió errores que llevaron a la tumba a dos personas. Luego, decidió morir también.

Cuando estaban por matarlo, pidieron sus últimas palabras. Él dijo: "Vamos a hacerlo."

Eso fue épico.

No dijo algo ridículo como: "Mamá, papá, lo siento". Dijo que estaba listo. ¿No es cool?

Creo que te veo un poco reflejado en él gracias a tu sentido de la responsabilidad. Eres la persona más honesta y correcta que he podido conocer en toda mi vida. 

Cuando estábamos en clase, y el profesor Miller estaba acusando a Fireal de haber hecho un grafiti en las paredes del colegio con un chistoso (Aunque para él grosero) mensaje que decía: "Miller es caga", tú responsablemente lo defendiste y dijiste que le habías hecho tú. Aceptando la culpa.

Aunque te enviaran directamente a detención.

No te imaginas el suspiro enamorado que lancé automáticamente cuando te levantaste, ¡chico, tienes lindas nalgas de deportista!

¡Bendito sea el ejercicio y sus beneficios!

O mejor dicho, ¡benditos los pedazos de reposteros de tus padres por crear semejante bombón!

Sabes, si te tuviera de frente no sería capaz de articular ni media palabra de lo que dije anteriormente. Pero como es una carta ¡Yeiii!

Con muchísimo amor, N. N. QUEEN.

Guardé la carta junto a las otras dos mientras una sonrisa arrogante estiraba mis labios, sin embargo, mi emoción no duró mucho, ya que el timbre había sonado y era hora de volver a clases.

—¡Ey, Daniel! —Frederick Newman se acercaba corriendo hasta mí. Lo saludé con la mano. Una vez llegó frente a mí, se agarró las rodillas jadeando por —supuse— correr tanto. Me miró con esos característicos ojos azules que tiene su familia, y me sonrió ligeramente. —Daniel... ¿Alguien ha estado mandándote notas? —Me sorprendí de que se hubiera enterado, pero como mi mejor amigo, no me importó mucho.

—¿Cómo supiste? Eres un maldito acosador, eh. Aunque realmente me gustaría saber de quién se trata. —Me reí, aunque él no lo hizo, por lo que paré inmediatamente. —¿Qué pasa, Freddy? ¿Acaso son de la chica que te gusta?

—No... No, claro que no. A Sandy no le agradas en lo más mínimo.

—¿Auch? —Me sonrió de nuevo, pero algo en su mirada me preocupaba. —¿Sabes de quién son?

—No, pero lo averiguaré. Tengo una corazonada. Es alguien que conozco, creo. —Le pregunté a qué se debía su interés. —Ya, me gustaría saber quién es la elegida. Además, seguro es una nerd que le gusta enamorar como en la vieja escuela.

—¿Tu hermana, tal vez? ¿Cómo se llamaba? ¿Nalay? ¿Natasha? —dije sin pensar, recordando a la chica de cabello largo y castaño de hace tres años, con esos lindos ojos azules que llamaron mi atención por ser tan claros.

—Natalie Lee Newman. Y no, definitivamente luego del incidente en el carro... No le agrades mucho.

Miré al suelo con pesar, pensando irremediablemente en esas épocas oscuras.