¿Por qué te fuiste, Chat noir?

Cap 4: Por un momento, solo fuimos ella y yo

Continuo con la historia...

Cap 4: Por un momento, solo fuimos ella y yo

Narra Adrien:

Por primera vez en toda mi vida estaba ansioso de que las clases terminaran. Solo miraba de reojo el reloj en la pared esperando sonara la campana del almuerzo. Quería acercarme a ella y hablar, no me gustaba verla así.

Cuando al fin sonó la campana, vi como todos comenzaron a salir del aula, mirándola y susurrando. Me apresuré a guardar mis cosas y esperé.

Nino: ¿no vienes, viejo? –me preguntó

Adrien: eehh... adelántense –dije- yo los alcanzo luego

Alya: ¿y tú Marinette? –preguntó aun preocupada- ¿vienes?

Marinette: lo siento Alya.. –dijo seria- vayan ustedes

Alya: está bien.. –pronunció triste

Se acercó a Marinette y la abrazó, luego salió junto a Nino, aún preocupada. Ambos nos quedamos en el salón, seguramente ya estábamos a solas. Me vi apretar mis puños antes de exhalar, luego dibujé una sonrisa en mi rostro y voltee hacia atrás.

Adrien: Marinette.. –la llamé con una sonrisa- ¿estás.. bien?

La miré recostada sobre sus brazos arriba del escritorio y con la mira cubierta. No recibí respuesta.

Adrien: ¿Marinette? –insistí

Marinette: hmm.. ¿qué sucede, Adrien? –me preguntó mientras levantaba la cabeza

Entonces la vi. Vi esa mirada triste y perdida en ella, se miraba mal, ojerosa, cansada y sin ese brillo tan especial que transmiten sus azules ojos. Me dolió verla así.

Adrien: te preguntaba si.. –dudé- estabas bien, pero..

Guardé silencio, era obvio que no lo estaba. Ya lo sabía, pero no sabía hasta qué grado.

Adrien: ¿hay algo.. en lo que pueda ayudarte? –dije

No tenía más que decir, seguramente tampoco querría contarme nada del por qué se encontraba en esa condición. Solo esperé su respuesta mientras la miraba a los ojos y le brindaba una pequeña sonrisa empática.

Marinette: gracias Adrien.. –sonrió al fin, levemente- pero.. –borró su sonrisa- nadie puede ayudarme

Adrien: ¿por qué? –pregunté inmediatamente mientras me ponía de pie frente a ella- ¿qué fue lo que te pasó?

Marinette: no puedo decirte.. –bajó la cabeza

Adrien: pero.. ¿por qué? –insistí- me preocupa verte así, Marinette

Marinette: no quiero preocuparte.. –volvió a decir casi en un susurro- ni a ti, ni Alya, ni a mis amigos, o mis padres.. a.. nadie.. –terminó

Adrien: quizá no quieras preocuparnos, pero.. –me mordí los labios- realmente nos preocupa verte así –sonreí- no eres la misma chica dulce, amable, atenta, algo despistada pero generosa, de siempre, Marinette

Marinette: Adrien.. –susurró

Me incliné a un lado del escritorio, de cuclillas, quedando a la misma altura que ella. Nos miramos a los ojos.

Adrien: jamás habías actuado de esta manera –continué- o por lo menos yo, en el tiempo que tengo en el instituto, no te había visto así.. –hubo silencio unos segundos- y eso me preocupa..

Nuevamente estuvimos en silencio. Miré su mano sobre el escritorio y me animé a poner la mía sobre la suya. Volví a mirarla y noté, un leve sonrojo en sus mejillas. Nunca había notado lo fácilmente que ella se sonrojaba. Por un momento, ese brillo en sus ojos regresó, no pude evitar sonreír sinceramente.