Presagio

Como el ritmo del mar

Aviso:
Bienvenid@ a Presagió.
Este fanfic es un complemento de Profecías, el fanfic principal que se encuentra en mi perfil.
Si no lo has leído, corre.
Te recomiendo leer primero el capítulo 21 "Como el ritmo del tambor" de Profecías antes de entrar a este lugar

¡No vayas a leerlo antes o vas a tener dolor de cabeza por semejante confusión!

Sin más que decir.

Disfrútalo con mucho amor

Y un poco de colores.

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El futuro tiene muchos nombres; Inalcanzable, es para los débiles.
Víctor Hugo.

Hogwarts
Inglaterra
1997

Fue como despertar de un sueño que había tenido antes, como aquel despertar que te provoca dolor de cuello al saber que has dormido tensando todo tu cuerpo, toda la noche.

Cuando abrió los ojos, ni siquiera pudo notar el lugar en el que estaba, pero pudo reconocerle después de un rato como la Torre de Astronomía, parpadeando varias veces sin saber que hacia ahí cuando hasta hacia unos momentos había tratado de detener a su propia hija de cometer una locura.

Se dió cuenta que también era de noche.

Y también noto la cálida sensación de su varita, la cual estaba bastante seguro de que había perdido en la Guerra de Hogwarts, pero ahí estaba entre sus dedos y le adormeció las yemas, de manera agradable pero no lo suficiente para poder disfrutarle del todo.

Le dolía todo el cuerpo, dejándole el ardor en sus entrañas, como fuego corriendo en ellas, no estando seguro tampoco del porque reconocía ese pequeño momento en su memoria. Parpadeo para ajustar su mirada en la figura que estaba delante de él, hablándole de manera calmada.

—Eres muy astuto... Y así es como han venido los Mortífagos para ayudarte desde Borgin y Burkes... Fue un plan muy inteligente.

Dumbledore se mantenía en la barandilla de la Torre de astronomía cuando Draco cayó en cuenta de que estaba ahí, como si hubiese comenzado a tener pesadillas de nuevo.

Negó un poco más su mano no bajo la varita que tenía apuntando al pecho del profesor, parpadeando varias veces antes de abrir la boca y volverla a cerrar.

Albus Dumbledore estaba vivo de nuevo en su imaginación.

—Esto no puede estar pasando de nuevo—Murmuro el rubio mientras soltaba un quejido, y negaba de nuevo para después echarse a reír de manera frenética, desesperado porque por más que intentaba, esos malditos sueños seguían persiguedole a dónde quiera que fuera.

El profesor le miro fijamente, esperando que contestará a lo que acababa de decir, escudriñando la cara del muchacho, quien parecía haber tomado una gran cantidad de pocion multijugos.

—¿Señor Malfoy?

—Si, fue muy inteligente—Dijo Draco con un tono de suficiencia al seguir creyendo después de dos años que había hecho las cosas tan bien que no sospecharon realmente, tratando de omitir que el hombre había dicho que si le habían descubierto en esa ocasión.