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Narrador omnisciente.

Manuel se encontraba más serio de lo normal y eso comenzaba a asustar a Valentín, quien se encontraba sentado al lado del menor notando que apretaba con fuerza el vaso que sostenía en una de sus manos.

―Hey, tranquilo. Vas a romper el vaso. ―Advirtió Oliva.

―Estoy muy tranquilo. ―Habló pausadamente el menor, remarcando con un fuerte tono de voz la palabra "muy".

Manuel estaba celoso.

Todos sabemos que Mateo es precioso y un amor de persona. Pero, ¿es tan necesario que se le acerquen tanto?

Estaban en una fiesta que había organizado Lombardo. Manuel dejó 5 minutos solo a Mateo para ir al baño y lo que se encontró después de haber regresado no le gustó para nada.

Desde lejos podía ver a Mateo sentado de costado en la barra, sus pies no alcanzaban a tocar el suelo. Frente al menor había un tipo alto, -no tanto como Manuel- pelinegro con tatuajes.

El tipo le ofrecía tragos a Mateo y este se encargaba de rechazar amablemente las bebidas.

Manuel se encaminó a pasos lentos hacia donde se encontraba su pareja. Paró inmediatamente a mitad del camino al ver que el tipo había abrazado a su novio. Entonces decidió caminar más rápido con pasos pesados y apretando sus puños dejando ver sus nudillos blancos por la fuerza del apretón. La rabia y los celos consumían todo su cuerpo.

Cuando estuvo a menos de 10 metros de ellos decidió hacerse notar.

―Hola, mi amor. ―Dijo con una voz 3 veces más grave de lo normal, cosa que hizo a Mateo estremecerse. Al más pequeño le sorprendía que su novio lo llamara de esa forma y más en público, estaba entre confundido y feliz.

―¡Cariño! ―El bajito saltó emocionado de su silla acercándose a Manuel para abrazarlo por el torzo apoyando su cabeza en el pecho del último mencionado. ―Te extrañé mucho. ―Exclamó haciendo un tierno puchero.

El tipo que anteriormente coqueteaba con Mateo, al ver la reciente escena se alejó con temor de ambos chicos. La mirada asesina que le dirigió el novio del bajito lo hizo alejarse con más rapidez.

―Estaba tratando de guardar un lugar para ti pero ese chico se me adelantó.

―Quiero irme. ―Recalcó con frialdad ignorando lo reciente dicho por Mateo, haciendo que este se sintiera confundido por su reacción.

¿Por qué al principio le saludó tan tiernamente si luego va tratarlo fríamente? Lo que Mateo no sabía era que su amado novio estaba celoso.

Ambos comenzaron a caminar hacia la salida y una vez estando en la calle Manuel detuvo su caminata bruscamente, aún sentía el enojo y los celos correr por sus venas. Se dio la vuelta y encaró al menor.

―¿Por qué? ―Soltó duramente.

―¿Eh? ¿Por qué, qué? ―El menor preguntó confundido sin entender.

―¡¿Por qué debes ser tan lindo?! ―Gritó Vainstein sobresaltando a Mateo.

―¿Por qué siempre debes ser tan tierno con todos? Eres tan hermoso, perfecto y dulce que cualquiera desearía tenerte. Me siento tan jodidamente afortunado de estar a tu lado, ni siquiera entiendo cómo puedes seguir conmigo. Soy todo lo contrario a ti, no te doy tanto amor como el que te mereces, no soy cariñoso, soy frío y sé que esperas más de mí. Me siento insuficiente a tu lado, no te merezco. Eres el rayo de luz que ilumina todos los días de mi vida. ―Cerró sus ojos tratando de regular su respiración y calmar sus nervios. Le costaba mucho trabajo expresar sus sentimientos. ―Hoy sentí celos y sé que no es sano pero no puedo evitar sentir miedo a que un día despiertes y te des cuenta de que no soy lo que necesitas, que mereces algo mejor y termines dejándome. Lamento ser tan inseguro pero también tengo mis demonios internos que me atormentan día a día con estos pensamientos.

Después de esa declaración, Mateo se encontraba inmóvil con lágrimas recorriendo sus mejillas sonrojadas por el llanto. Sentía sus manos temblorosas y los latidos de su corazón acelerarse.

No esperaba que Manuel se abriera de esa forma ante él.

―Manu, sé lo mucho que te cuesta ser cariñoso y aprecio tanto el hecho de que a veces trates de cambiar eso por mí. Pero aún así te amo, mi corazón te pertenece. Amo cada uno de tus defectos por más pequeños que sean, todo lo que necesito lo tengo contigo, porque quiero que seas el hombre que me acompañe cada día de mi vida. ―Paró de hablar para sostener las manos de Manuel entre las suyas y con un suspiro decidió seguir. ―Yo tampoco soy perfecto. ¿Crees que tampoco tengo miedo de qué algún día me dejes? A veces siento que soy un poco molesto e insoportable. Todo el tiempo busco abrazarte, besarte o decirte cosas lindas, soy muy intenso y me da miedo que te molestes por eso.

―Amo cada centímetro de tu cuerpo, aunque no sean muchos centímetros. ―Bromeó Vainstein ganando un golpe en el hombro por parte de Mateo, era divertido molestarlo por su altura. ―Bueno ya, hablando enserio, jamás vuelvas a decir algo como eso. Sé que la mayoría del tiempo no correspondo tus demostraciones de amor pero aunque no lo demuestre en el fondo adoro que lo hagas, nada me hace más feliz que despertar sabiendo que siempre estarás a mi lado listo para darme todo el amor del mundo.

―¿Lo dices enserio? ―Preguntó con ilusión.

―Claro que lo digo enserio, Teo.

―Awww, no pensé que fueras tan cursi, te amo Manu. ―Mateo juró ver un pequeño sonrojo propagándose por las mejillas de Manuel.

Manuel sostuvo a Mateo de la cintura para atraerlo hacia él y lo besó. Era un beso tierno y tranquilo, sin segundas intenciones.

¿Los polos opuestos se atraen? Claro que sí, Mateo Palacios y Manuel Vainstein son la prueba clara de ello.

📍

Holaaa, ¿cómo están?

Espero que les haya gustado el capítulo. Si hay algún error, no duden en decírmelo y perdonen si es que tardé en actualizar :(

Les deseo suerte y nos leemos pronto ❤



Sweetie ; Trueplik [Resubido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora