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Narrador omnisciente.

Manuel estaba confundido.

Desde hace media hora atrás que Mateo no le dirigía la palabra ni la mirada. A simple vista se notaba que estaba enojado. Muy enojado.

Y Manuel sabe que un Mateo enojado es igual a un niño berrinchudo.

―Teo, ¿sucede algo? ―Preguntó nervioso. No sabía si había hecho algo malo o no. Pero era extraño ver a Mateo con una expresión seria y el ceño fruncido por mucho tiempo.

―¿No te das cuenta? ¿Realmente no lo sabes? Claro, ahora te haces del desentendido. Eres realmente cruel. ―Se cruzó de brazos mientras realizaba un puchero dejando desconcertado al contrario.

¿Qué diablos estaba pasando? ¿Qué hizo mal?

Entonces, su mente empezó a proyectar miles de imágenes en busca de su error, hasta que recordó lo que había sucedido una hora antes.

Oh.

Ahora lo entendía, Mateo estaba celoso.

Esto se pondrá interesante.

Flashback.

La joven pareja se encontraba realizando compras en un supermercado. Mateo se encargaba de buscar lo que necesitaban y cargar los productos dentro del carrito que era llevado por Manuel.

―Teo, ¿tienes todos los ingredientes necesarios para la cena?

―Ay, cierto. Casi lo olvido, espérame un segundo cariño. Ya vuelvo, Manu.

Manuel carcajeo en varias ocasiones al ver como el menor se tropezaba constantemente a causa de su apresurada corrida. Le daba ternura el verlo disculparse con las personas con quienes chocaba accidentalmente durante su trayecto.

Era tan tierno, todo un Ángel.

Se había quedado tildado mirando a su tierno novio sin darse cuenta que se encontraba tapando el camino. Logrando, sin querer, chocar con una chica que intentaba cruzar por allí y provocando que la misma cayera al suelo. Al parecer el choque había sido muy fuerte.

―Lo siento mucho, ¿te lastimé? ― Manuel se preocupó al pensar que había lastimado a alguien y decidió ayudar. Le tendió una mano a la chica para que la tomara y una vez hecho la impulso hacia arriba dejándola parada nuevamente en su lugar.

―Estoy bien, tranquilo. Gracias por ayudarme. ―La chica se quedó sorprendida viéndole, no podía creer que un chico tan lindo como el que tenía delante suyo, estuviera dirigiéndole la palabra. ―Mi nombre es Lucía, ¿cómo te llamas? ―Preguntó ofreciéndole una sonrisa coqueta creyendo que así lograría seducirlo pero en realidad Manuel ni siquiera le prestó atención, no había causado ningún efecto en él.

Oh chica, no debiste haber preguntado eso.

Manuel estuvo apunto de responderle pero se detuvo cuando sintió unos cortos bracitos rodearle la cintura.

―Amor, ya conseguí los ingredientes que necesitaba. ―Mateo pronunció con énfasis la primera palabra para luego alzarse de puntitas dejando un sonoro beso en la mejilla del mayor. Como si estuviera marcando territorio.

Bueno, era turno de Mateo ponerse celoso.

―Yo debería irme ya. ―La chica soltó una risita nerviosa, el chico que la ayudó tenía novio y al parecer a este último no le agradaba para nada su presencia. ―Gracias por la ayuda, adiós. ―Incómoda y desilusionada, se despidió rápidamente de la pareja. ¿Por qué todos los chicos guapos tienen pareja? Es injusto.

Eso es querida, mejor vete. Pensaba Mateo mientras sonreía victorioso por conseguir alejar a esa chica -arpía- de su novio.

―¿Nos vamos ya? ―Manuel no se había percatado de la tensa atmósfera que se había formado en el lugar.

Mateo sacó sus brazos bruscamente de la cintura del mayor cruzándose de brazos para luego alejarse del lugar con el ceño fruncido dejando confundido a Manuel por su forma de actuar. En ese momento Vainstein no había prestado atención a lo sucedido así que decidió no darle mucha importancia al comportamiento de su pequeño novio.

El menor estaba celoso y enojado con Manuel. ¿Por qué, derrepente, se le ocurría ser tan amable con la gente? ¿Acaso había necesidad de ayudar a esa chica? Por supuesto que no, ella podía haberse levantado por sí sola sin ayuda.

Incluso trató de coquetearle a su Manu.

Ah no hermana consiguete el tuyo.

Pero esto no va quedarse así, Manuel Vainstein iba a escucharlo.

Fin del flashback.

Le diste tu mano. ―Regañó el menor. Debía admitir que se le estaba haciendo muy tierno ver como Mateo mantenía sus bracitos cruzados sobre su pecho. Más que miedo, causaba ternura pero no quería arriesgarse a recibir un golpe por parte del más bajito -aunque realmente no duela, digamos que el menor no era muy fuerte-.

―Fue para ayudarla y quiero que sepas que eso no significó nada para mí. ―Aclaró rápidamente el mayor al ver como Palacios juntaba sus cejas provocando que en su frente se formaran pequeñas arruguitas.

Tan adorable.

―Ibas a responderle cuando te preguntó por tu nombre.

―Por cortesía. ―Aclaró Vainstein.

―Manuel, todo fue tu culpa. ―¡¿Su culpa?! ―Eres tan guapo que todos quieren tener algo contigo, ya habíamos hablado antes sobre nuestras inseguridades pero a veces no puedo evitar tenerlas. Además, ¿por qué debes ser amable? No había necesidad de ayudarla, ella podía solita y no me gustó para nada la forma en que esa chica te había mirado. ―Su voz cada vez se hacía más baja y su vista estaba enfocada en sus vans como si fueran lo más interesante en el mundo. Ni siquiera podía simular enojarse con el mayor por mucho tiempo, simplemente no podía. ―Perdón, seguro estoy siendo patético.

―Aww Teo, mi vida. No quería tener problemas por haber lastimado a alguien por accidente. No eres patético, solo tenías miedo y te entiendo.

―Manu, realmente lo siento tanto. ―Ay no, el más alto supo identificar enseguida que Mateo, muy pronto, iba largarse a llorar gracias a sus ojos llorosos, su voz bajita y sus manos temblorosas. Manuel no podía permitir eso, una de las cosas que más odiaba en todo el mundo era ver al menor llorar.

Estiró con una mano del brazo de Mateo para atraerlo en un cálido abrazo y lo sostuvo contra su pecho en un firme agarre, teniendo cuidado de no lastimarlo. Se mantuvieron abrazados por largos minutos, porque era lo único que necesitaban. Estar en los brazos del otro.

Porque se amaban con tanta intensidad que hasta dolía.

Mis ojos sólo te miran a ti. Mis ojos siempre están en ti.

Porque Manuel Vainstein sólo tiene ojos para Mateo Palacios.

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¡Hola amores! ¿Cómo están?

Quiero agradecer por las +1k de lecturas, muchísimas gracias de verdad. Trataré de dar lo mejor de mí. ❤

Por cierto, quería contarles que estuve trabajando en nuevos fanfics y en un especial para el 14 de febrero :D.

Disculpen si hay errores. Espero que les haya gustado. Lxs amo ♡

P.D: Me gustaría saber desde donde me leen. Yo soy de Paraguay. 🇵🇾

Sweetie ; Trueplik [Resubido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora